EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 12º durante el año


Lecturas: Jeremías 20,10-13 / Salmo 68,8-10.14.17.33-35 / Romanos 5,12-15 / Mateo 10, 26-33

Botón homilético – Francisco Quijano

• En las circunstancias de los cristianos de segunda generación, destinatarios del Evangelio de Mateo, las palabras de hoy son de aliento y fortaleza en las persecuciones: «No teman, no teman, no teman». Tres veces lo dice Jesús.

• En nuestra circunstancia, que no es de persecución, ¿qué sentido pueden tener? ¿Qué pueden decirnos? ¿Habrá también alguna amenaza? Por supuesto: amenaza del covid, temor a contagiarse, miedo ante la enfermedad y la muerte.

• Hay, sin embargo, amenazas más sutiles, que no parecen tales, pero siembran desconcierto y temor. Tienen que ver con lo que somos, nuestra personalidad, cómo nos presentamos y hablamos, nuestra relación con los demás.

• Hay amenazas también en la vida pública, la comunicación, las formas y estilos de gobierno, que se sustentan en la opacidad, la sospecha, el engaño, las noticias falsas, la manipulación.

• Jesús nos pide desarrollar tres actitudes: vencer el temor, ser transparente, tener confianza. Puedo tener temor por decir lo que pienso; puedo encubrirme y esquivar mi pensamiento; puedo tener confianza y manifestar lo creo.

• Nuestros temores tienen muchas causas, una de ellas es el encubrimiento: huir de mí, no reconocer quién soy, por temor a asumir mis oscuridades o vergüenza de admitir mis luces.

• Nuestro encubrimiento proviene de esquivar la verdad, no una verdad abstracta, sino la verdad de quién soy, qué quiero, qué pienso realmente.

• Nuestra desconfianza se presenta frente a los demás, proviene de inseguridades de quién soy yo en verdad, qué quiero, de sospechar de los demás.

• En la vida pública es torcer los hechos, distorsionar la información, ocultar fraudes, retraerse de una exigencia cada vez más perentoria: la trasparencia en todo lo que concierne a la vida pública, ya sea el gobierno o los líderes políticos, ya sean los empresarios o los comunicadores.

• Ser una persona honrada, tener una vida auténtica, actuar sin doblez, hablar con sinceridad, expresarse verazmente, tener palabra leal, cumplir las promesas, confiar en los demás… Nada de esto requiere el heroísmo del martirio, como en las persecuciones.

• Tener transparencia en la vida social y política tampoco es heroísmo que ponga en riesgo la vida, aunque sí las ambiciones de poder.

• Ser transparentes, vencer temores, tener confianza. A eso nos invitan las palabras de Jesús. Si no requieren actos heroicos de martirio, sí exigen voluntad constante de ser persona honesta.

 

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Claves para la homilía - Julián Riquelme

Contexto Palestina, año 30: Las autoridades judías persiguen a Jesús, porque presenta una nueva imagen de Dios. Antioquía (Siria) año 80: Los cristianos son perseguidos por practicar la justicia del Reinado de Dios en la sociedad (Mt 5,10).

Sentido El tema del Evangelio es la "Confianza en Dios". El texto puede dividirse en tres partes: 

  No tener miedo a vivir profundamente el Evangelio (10,16-28). El libro de los Hechos de los Apóstoles llama a los seguidores de Jesús “discípulos”, “cristianos” y “los del camino”. El Evangelio de hoy propone un nuevo nombre: “Los que no tienen miedo”. Jesús no recomienda a sus discípulos que se enfrenten con sus perseguidores, sino que no cesen por ningún motivo de comunicar el mensaje, principalmente con la vida. En un tiempo el Evangelio del Reino estuvo oculto en Galilea, ahora tiene que legar a saberse en todas partes.

  Valorar más la vida humana que la de los pajaritos (10,29-31). Dios es el Padre bueno, y Jesús exhorta a tener confianza en el Padre. Nada de lo que sucede se le esconde, ni siquiera las cosas más mínimas, como la muerte de los pajaritos. A Él no se le escapa nada (“cabellos”) de la vida de quienes siguen a Jesús. Su Amor abraza la creación entera.

  Tomar el camino de la humanización (10,32-33). Como conclusión, Cristo afirma que quien vive profundamente el Evangelio entre los seres humanos, corona su vida con el éxito; pero quien se acobarda, se aboca a la ruina y termina en el fracaso. La imagen de Jesús declarando ante el Padre de muchos hijos, subraya el sentido humanizante del Evangelio. La fidelidad del discípulo a Jesús en la persecución, es la que lo salva a través de la muerte.

Semana XII de año - Lunes (aquí)