EVANGELIO DOMINICAL

Solemnidad de la Santísima Trinidad


Lecturas: Proverbios 8,22-31 / Romanos 5,1-5 / Juan 16,12-15

Botón homilético: Francisco Quijano

• «Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que el Espíritu tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes». El domingo de Pentecostés Jesús decía del Espíritu Santo que es el Don del Padre, su Amor, su Amistad. Hoy nos dice en qué consiste esta amistad.

• Como quiera que veamos la evolución de la especie humana desde los homínidos, pertenecemos a una común humanidad que es el fundamento de los derechos humanos, el criterio para excluir cualquier tipo de discriminación.

• Sin embargo, la historia y las biografías consignan un sinnúmero de conflictos, discriminaciones, exclusiones, al punto de orillarnos a aniquilar a quienes negamos la mera existencia.

• A pesar de todo, nuestra humanidad está llamada a ser una. No al punto de anular las diferencias que singularizan a cada persona, raza, pueblo, nación, idiosincrasia, cultura… Una en reconocimiento, aceptación, comunión, amistad.

• ¿Es esto posible? No en el plano de nuestras expectativas y capacidades humanas. Sí en el plano de la aceptación del Don del Padre, su Amor, su Amistad: el Espíritu Santo. En virtud de este Don acogido en nuestras vidas, hemos de superar los obstáculos que impiden la amistad.

• El misterio de la Amistad Divina –«el Padre y yo somos uno, el Espíritu tomará de lo mío y lo comunicará a ustedes»– incide en nuestra humanidad y la eleva, pese a sus miserias, hasta nuestro destino: la comunión en Dios.

• «En Él vivimos, nos movemos y existimos» dijo Pablo a los atenienses (Hech 17,28). Su nombre es Amor: Potencia-Creadora, Palabra-Sabiduría, Felicidad-Delicia: Padre-Hijo-Espíritu, Origen-Camino-Meta. ¡Santa Trinidad / Αγία Τριάδα / Aguía Tríada! De Ella, por Ella, en Ella existe Todo.

 

Lecturas: Proverbios y Romanos

• El Libro de los Proverbios tiene varios pasajes que presentan a la Sabiduría de Dios de forma personificada. A estas personificaciones de cosas y cualidades se les llama en literatura «prosopopeyas / personificaciones».

• En la literatura sapiencial del Antiguo Testamento son un antecedente de la revelación del Misterio de Dios, en quien todo lo que Él es se identifica con su propio ser. La Palabra de Dios es La Sabiduría de Dios y esa Palabra de Sabiduría es Dios. El Espíritu Santo es Amor y Gozo de Dios y ese Espíritu de Amor es Dios.

• Nosotros, humanos, tenemos cualidades que nos distinguen de otros seres que tienen otras cualidades, pero esas cualidades nuestras no se identifican con nosotros. Mi sabiduría, dado que la tuviera, no soy yo. En Dios las cualidades se identifican con Dios, su Palabra es Dios, su Amor es Dios, su Gozo de Amar es Dios.

• Cuando san Pablo dice: «El amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom 5,5), lo que dice es esto: Dios que es Amor habita en ti.

• Jesús lo había dicho en la Última Cena: «Si alguien me ama cumplirá mi palabra, mi Padre lo amará, vendremos a él y habitaremos en él» (Jn 14,23).

• En su análisis de la pulsión del psiquismo humano más profunda y radical, el amor, que es origen y fuente de todas las demás», dice esto:

• «La persona amada habita en la amante por la complacencia afectiva que esta tiene en ella… La persona amada es delicia y gozo para la amante, porque el amor es una especie de unión o sintonía entre amada y amante» (Suma de teología).

• En este pasaje de la Carta a los Romanos, san Pablo relaciona la esperanza de alcanzar la felicidad eterna, que es Dios Amor, con el amor que es don suyo. No con nuestro amor a Dios, con el amor que Dios nos tiene, que nos sustenta y nos envuelve: «La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado».

 

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: En la última Cena, Jesús y los discípulos están inquietos. ¿Aceptarán los sacerdotes al Maestro como el Mesías de Dios? - Jerusalén, año 100: Los seguidores de Cristo se encuentran a oscuras, pues hay amenazas de persecuciones, desde el imperio romano y desde los judíos.

• Contenido El tema del Evangelio es el “Anuncio del don del Espíritu Santo”. En él se pueden detectar tres personas principales:

• Jesús (16,12). El deseo de Cristo de seguir enseñando a sus discípulos. El Señor quiere comunicar el sentido de su Paso: el acontecimiento de su pasión y muerte. Los discípulos no pueden comprenderlo ahora, porque no han experimentado la resurrección de Jesús. Aún más: Todavía no descubren que el Maestro entrega su vida para mostrar cómo ama el Padre a todos los seres humanos. Lección: La verdad plena está en el amor profundo al “tú” personal, al “ustedes” y al “nosotros” de la comunidad, sin excluir a nadie en el mundo. Esto no lo podían entender los discípulos durante la vida terrena de Jesús.

• Espíritu Santo (16,13-14). Él prolonga la misión de Jesús. El Espíritu Santo enseña la verdad de Dios sobre los seres humanos: es decir, que Dios quiere la Vida integral y no la Muerte de ellos. Él no habla de sí mismo, sino de la vida, del mensaje y de la entrega de Cristo. El Espíritu Santo ayuda a actualizar la Palabra de Jesús en los distintos contextos; y hace que asimilemos la fuerza del amor del Nazareno. Moraleja: Con la ayuda del Espíritu Santo, el mensaje de Cristo no puede quedar codificado en unos términos concretos de una sola cultura, porque es un mensaje dinámico y universal, que se va descubriendo al ritmo del avance de la historia.

• Padre (16,15). La comunidad entre el Padre y Jesús. Para manifestarse el Padre pone todas las cosas a disposición de su Hijo Jesucristo (Jn 3,34-35). Por su parte, Cristo está unido al Padre en su amor por los seres humanos. De esa abundancia toma el Espíritu Santo, y hace que los discípulos puedan amar a todos como Jesús amó. Mensaje: Llegar a la verdad plena es un deseo profundo de todo ser humano. Ella se identifica con el Dios de Jesús, el Padre Bueno, que fundamenta nuestra vida y la raíz de la Amistad, la Misericordia y la justicia.

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