Lecturas: Génesis 15,5-12.17-18 / Filipenses 3,17-4,1 / Lucas 9,28-36
• Moisés y Elías, revestidos de gloria como Jesús, hablaban con él de su partida que iba a cumplirse en Jerusalén. Es una alusión a su muerte en cruz. El episodio de la Transfiguración se presenta entre dos anuncios que hace Jesús de su pasión. ¿Qué sentido encierra este contraste?
• «Estos huesos no gozarán de paz mientras la verdad que se conserva en ellos no sea revelada», dijo hace siete años un oficial de la policía de Camboya, a propósito del genocidio perpetrado por Pol Pot y los Jeremes Rojos entre 1975 y 1979. Entre 1.7 y 3 millones de asesinados o muertos de hambre por la ruralización forzada impuesta a toda la población.
• ¿Qué otros genocidios crueles hubo en el siglo XX? Esta es una lista incompleta. Genocidio de los turcos contra los armenios (1915-1923): un millón de muertos. El Holodomor del gobierno de Iósif Stalin contra los ucranianos por hambruna (1932-1934): cuatro millones. En la Unión Soviética contra disidentes en los Gulags (1930-1960): un millón setecientos mil. El Holocausto del gobierno nazi de Adolfo Hitler contra los judíos, los gitanos y otros grupos (1941-1945): más de seis millones. En China la Revolución Cultural de Mao Zedong por hambrunas (1966-1976): treinta millones. En Ruanda del gobierno hutu contra la etnia tutsi (1994): un millón en tres meses. La masacre de Srebrenica en Bosnia contra los musulmanes (1995): ocho mil.
• En México, con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, hay desde 2007 a la fecha un total de 123,992 personas, de las cuales, de acuerdo con el mismo registro, fueron 51,703 en el sexenio anterior, una persona desparecida por hora. Fosas clandestinas desde 2007 hasta abril de 2023, 5,698 según la organización Quinto Elemento Lab. ¿Y ahora? Teuchitlán ¿y cuántas más? ¿Dónde están? ¿Quiénes son?
• ¿Quién se hace cargo de las víctimas de estos genocidios perpetrados en el siglo XX? Campos de exterminio, gulags, genocidios por fanatismo. Víctimas a las que se suman los muertos en las dos Guerras Mundiales, en la Guerra de Corea, en la de Vietnam, en las de Mozambique y Angola, y lo que sigue en revoluciones, levantamientos, represiones. ¿Quién de los crímenes del narco y de los feminicidios?
• Solo el Padre, que dice a Jesús y a esas víctimas: «Este es mi Hijo, mi Elegido», «Estas son mis hijas e hijos, a quienes he elegido». En Jesús, que comparte una muerte de ignominia con ellas, solo el Padre, que «transformará nuestro cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso».
• La Trasfiguración de Jesús anuncia su Resurrección, que es la garantía de que la muerte ha sido vencida. Especialmente la muerte violenta, encarnizada, de las víctimas inocentes y olvidadas del terror y la crueldad humana.
• La verdad que conservan esos huesos es que Dios, el Padre Creador, rescata de la muerte y del olvido a las víctimas del horror humano. El Padre nos dice: «Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo». Él se identificó con las víctimas.
• A nosotros, por supuesto, corresponde luchar, como Jesús lo hizo, contra esta maldad sembrada en el seno de nuestra humanidad que nosotros cultivamos: «Unite to End Genocide». A las autoridades corresponde ante todo garantizar la paz y la convivencia. Ahora en Ucrania: «Make Peace, Not War». Ahora en México: Recobrar nuestra humanidad, rescatándola de la deshumanización en que estamos.
• Sandro Botticelli (1445-1510): La Trasfiguración flanqueda por san Jerónimo y san Agustín
Lecturas: Génesis y Filipenses
• Dios, que llamó a Abrán de Ur de Caldea para salir hacia la tierra prometida y a quien prometió una descendencia, pacta ahora una alianza con él. El rito de alianza es impresionante, así se pactaban las alianzas entre jefes de pueblos vecinos o subordinados unos a otros.
• Unos animales (una novilla, un carnero, una tórtola, un pichón) se cortaban por la mitad, los pactantes de la alianza pasaban entre las dos mitades, con lo cual se comprometían a cumplir lo pactado. Al dios o los dioses se le tenía por testigos y garantes del pacto.
• En la alianza con Abrán, Dios es quien hace el pacto y a la vez quien da testimonio y lo garantiza. De esta forma, Dios confirma su promesa a Abrán. Esta promesa se cumplirá, más allá de la historia del antiguo pueblo de Dios, en el pueblo de la Nueva Alianza, como indica san Pablo en la Carta a los Romanos (c. 4).
• San Pablo contrapone a los enemigos de la cruz de Cristo, cuyo dios es el vientre, soberbios, orgullosos con los ciudadanos del cielo que esperan la llegada del Salvador. Ese contraste es el que vivimos en nuestro mundo y nuestros días.
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Claves para la homilía: Julián Riquelme
• Contexto - Palestina, año 30: En una fiesta judía de las chozas, los galileos, que siguen a Jesús, desean dominar el mundo, mientras el Nazareno se comprende a sí mismo como un profeta, servidor para el crecimiento personal de la gente (“No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”, cf. Lc 13,33). - Grecia, año 80: Lucas se preocupa de preparar a los cristianos, para las persecuciones que podrían ocurrir, por practicar el Evangelio de Cristo. Por eso, hay que preparar una tienda a Jesús en nuestro corazón.
• Sentido En “La Transfiguración”, según el Evangelio de San Lucas, se pueden distinguir estos aspectos:
• Subida a la montaña y transfiguración (9,28b-31). Mientras Jesús ora se opera el cambio, la transformación, la mutación. La aparición de Moisés y de Elías dice que el Nazareno es el prometido, el esperado, el Mesías: La Biblia entera tiene como objetivo la persona del Nazareno, su entrega por amor en la Cruz, y su Resurrección. Lección: El relato trata de una experiencia pascual. En los relatos pascuales, se quiere resaltar que ese Jesús que se les aparece a los discípulos, es el mismo que anduvo con ellos en Galilea.
• Fascinación y miedo de los discípulos; la voz celestial (9,32-35). Los seguidores del Señor entrevén el Reinado de Dios ya presente en la persona de Cristo. La imagen de la nube refuerza el sentido de la presencia divina. La voz del Padre invita a seguir a Jesús escuchando siempre su Palabra. Moraleja: Hemos de escuchar a Jesús en la vida, en la realidad, en el Evangelio y en nuestra consciencia interior.
• Soledad de Jesús y silencio de los discípulos (9,36). El encuentro con Cristo a solas y en silencio permite descubrir el sentido hondo de la vida, el amor de Dios y la libertad humana. Mensaje: Al descender del monte hay que encontrarse con los problemas de la vida cuotidiana. Superemos el miedo, porque el Maestro ya ha vencido la Muerte.
Cuaresma II – Lunes (aquí)
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