Lecturas: Isaías 55,1-11 / I Juan 5,1-9 / Marcos 1, 7-11

Botón homilético – Francisco Quijano

• «Tú eres mi Hijo amado, en ti me gozo». Cinco veces se citan estas palabras en las escenas del Bautismo y la Transfiguración (Marcos 2, Mateo 2; Lucas 1). El verbo eudókeô puede traducirse como: me gozo en ti, me deleito, me complazco, tengo en ti mi agrado, eres mi felicidad...

• Isaías lo dice en el primer Cántico del Siervo de Yahveh: «Miren a mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en él se deleita mi espíritu» (42,1). Cuatro son los cánticos de este misterioso siervo, se leen en los Días Santos.

• ¿Por qué se hará alusión a él en los mismos pasajes de los tres Evangelios? De cierto, porque hay una correspondencia entre ese personaje anónimo del Segundo Isaías y Jesús. La figura de este siervo es quizá la que mejor anticipa a Jesús.

• Hay que ver las escenas del Bautismo y la Transfiguración como una revelación de quién es Jesús, cómo es su mesianismo, cuál será su destino.

• Algo importante es el gozo, deleite, gusto, placer, agrado, felicidad que Dios tiene en ese siervo misterioso. Y también el gozo, deleite, gusto, placer, agrado, felicidad que el Padre tiene en Jesús, su Hijo Único.

• Jesús sabía, nosotros lo sabemos, el siervo no lo sabía, que este gozo, deleite, gusto, placer, agrado, felicidad tiene un nombre: Espíritu Santo, Espíritu de Amor.

• «Jesús vio, al salir del agua, que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, descendía sobre él».

• En la Primera Carta de San Juan leemos: «Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad».

• Esto sucede con cada una de nosotros: el Espíritu, Jesús en agua y sangre, dan testimonio de que eres hija amada en quién el Padre se goza y comparte contigo ese gozo, su Espíritu de Amor.

• Esteban de Rueda (1585-1626): Retablo del Bautismo de Cristo

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Claves para la homilía – Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Jesús, una persona madura pero inquieta, se siente atraído por la predicación de Juan. El bautismo de Jesús por Juan fue muy importante para Él: le ayudó a crecer como ser humano. - Roma, año 70: Para los primeros cristianos, el bautismo de Jesús manifiesta que el motor de toda la trayectoria humana del Maestro fue obra del Espíritu.

• Sentido El tema del Evangelio es el “Bautismo de Jesús”. En su experiencia bautismal aparecen tres rasgos o aspectos significativos, en los cuales sus seguidores deben sumergirse:

• Apertura de los cielos (Mc 1,10ª). Dios Padre desea realizar con todos los seres humanos una comunicación vital, amorosa y gratuita; en otras palabras: convoca a una Nueva Alianza entre Él y la humanidad, para que todos los seres humanos alcancen su plenitud (cf. Is 63,19).

• El Espíritu reposa como una paloma en Jesús (Mc 1,10b). La imagen de la paloma en su nido, indica que el Espíritu Santo está en el Nazareno como en su propio hogar; por tanto, hay que sumergirse en la amistad con Cristo.

• La voz que viene del cielo (Mc 1,11). Es una cita del comienzo de los Cantos del Siervo de Yahvé; ésta señala que la vía de la solidaridad con quienes sufren, es la única que responde al deseo de Dios Padre: por consiguiente, se invita a seguir a Jesús, el Siervo de Yahvé (cf. Is 42,1-4; 49,1-6; 50,4-9; 52,13-53,12).

• Pintura de la Colección Jesús Mafa del norte de Camerun