TESORO DE LAS RELIGIONES

Un poema sufí de Yunus Emre: En el océano de tu amor
por María Luisa Ulloa


El sufismo, que ha cobrado actualidad en algunos movimientos de búsqueda espiritual en nuestros días, es una corriente mística de la religión islámica. Comenzó en un período temprano en el siglo VIII hasta alcanzar popularidad en los siglos XIII y XIV. De esta época es el poeta Yunnus Emre, que fue uno de los primeros escritores en expresar una experiencia mística intensa en la lengua turca del habla común de entonces, a diferencia de otro místico contemporáneo suyo, Yalal ad-Din Muhammad Rumi o simplemente Rumi, que escribió en el idioma persa culto.

Yunus Emre (1240-1321) da forma literaria a una búsqueda de Dios y a una unión con Él muy intensas. Su poesía, que es oración, manifiesta igualmente un reconocimiento nuestra común humanidad y de valores como la parsimonia, la modestia y la sabiduría de origen religioso.

De entre sus muchos poemas, presentamos este, En el océano de tu amor, que hace eco a místicos cristianos como Catalina de Siena y Juan de la Cruz. Catalina escribe en el Diálogo sobre la divina providencia: Tú, Trinidad eterna, eres como un mar profundo, en el que cuanto más busco más encuentro, y cuanto más encuentro más te busco. Y es conocida la interpretación mística del Cantar de los Cantares de san Juan de la Cruz: ¿Adónde te escondiste, Amado, / y me dejaste con gemido?

 

En el océano de tu amor

¡Oh amigo!                                 
en el océano de tu amor
quiero arrojarme,
ahogarme ahí
y olvidarme del resto.

De los dos mundos
quiero hacer un lugar de tránsito           
para recorrerlo,
alegrarme,
y olvidarme del resto.

Quiero arrojarme 
en el océano,
allí anegarme,
perder toda identidad,
y olvidarme del resto.

Quiero ser ruiseñor
en el jardín del Amigo,
conquistar las rosas
y olvidarme del resto.

Quiero ser ruiseñor y cantar,
ganar corazones;

 

apostar la vida y perderla;
quitarme la cabeza,

ponerla entre mis manos,
ofrecértela a ti al pasar
y olvidarme del resto.

Gracias te sean dadas, 
Señor,
porque he visto tu rostro.
He bebido en la copa de tu unión,
y puedo dispersar ahora
a los cuatro vientos
ese espejismo de las pequeñas de las cosas
que consideramos de nuestra propiedad,
y olvidarme en el resto.

Yunus está loco de amor por ti, Señor.
Es el más humilde de los desahuciados…
Tú eres mi único remedio;
quiero pedírtelo una y otra vez,
y olvidarme del resto. 


                   ♦  ♦  ♦
 

* Ver: Emilio Galindo y Sigrid von Thimmel, Salmos sufíes. Madrid: Editorial Darek-Nyumba, 1995.
 


Responsable: María Luisa Ulloa

___________
Febrero 2013