SEMANA XXVI: EVANGELIOS

Viernes: San Francisco de Asís


Evangelio de San Mateo 11,25-30

• Entre los momentos culminantes de la oración de Jesús a su Padre, tenemos esta alabanza jubilosa que revela un doble misterio. Primero, cómo sucede que la gente sencilla, no los sabios y entendidos, acoge la revelación de los misterios de Dios.

• En su trato con la gente, en sus milagros y enseñanzas, Jesús se admira de ver cómo esas personas despreciadas acogían su mensaje, se acercaban a él, ponían en él toda su confianza. Los letrados, en cambio, y los fariseos sospechaban de Él, de sus milagros y enseñanzas.

• Por otra parte, Jesús revela en su oración quién es Él, quién es su Padre, qué conocimiento íntimo tienen uno del otro, qué amor mutuo los une. Este es el Misterio que Jesús conservaba en su corazón y este es el Misterio que comunica a la gente.

• Toda la vida de Jesús, su propia persona, la culminación de su obra humana en la cruz, su resurrección a la vida inmortal de felicidad en Dios, todo ello se encuentra como en germen en las breves palabras de esta alabanza.

• Franciscanos y dominicos desde sus orígenes a principios del siglo XIII sellan su fraternidad en las celebraciones de san Francisco y santo Domingo. Hoy los dominicos acuden a las iglesias franciscanas para celebrar a san Francisco.

• Ambos, Francisco y Domingo, fueron de los humildes y sencillos que acogieron en su corazón los Misterios de Dios para comunicarlos a la gente y participaron de la alabanza de Jesús por esta revelación.

 

Lectura: Gálatas 6,14-18

• Estas son las palabras finales de la Carta a los Gálatas. En ellas se expresa nítidamente la identificación que tuvo san Francisco con nuestro Señor Jesucristo. «Llevo en mi cuerpo –decía san Pablo– las marcas de Jesús». Las llevó también san Francisco.

• «Paz y misericordia para todos los que siguen esta norma», es un saludo paulino que es igualmente franciscano.

 

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Reflexión: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Juan Bautista anuncia la Venida del Reinado de Dios en el desierto; Jesús opta por anunciarlo en las ciudades y aldeas del Norte de Galilea. - Grecia, año 80: Tres ciudades – Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm --, permanecen aún cerradas al mensaje de Jesús, mientras los paganos se están abriendo al Evangelio.

• Sentido En el Evangelio “Jesús recrimina a las ciudades del norte de Galilea” (Lc 10,13-16). El texto puede dividirse así:

• Ciudades más atendidas por Jesús (13). Son ciudades pequeñas, situadas en la orilla o cerca del lago de Genesaret, con población mezclada y con importante tráfico comercial. En ellas hay sinagogas, escuelas rabínicas y centros de formación de la cultura israelita. Su círculo de intelectuales, “los sabios y prudentes” (10,21), idolatran la Ley de Moisés, desprecian a los paganos y son indiferentes ante las injusticias sufridas por los pobres: son una réplica de la intelectualidad de la capital Jerusalén. Lección: El conocimiento habla, pero la sabiduría escucha.

• Corozaín y Betsaida (13-14). No han aceptado el testimonio y el mensaje de Jesús, que presenta el Amor de Dios Padre por sobre la Ley y se abre a los paganos. No cambian de vida. La comparación con Tiro y Sidón manifiesta que son más rebeldes al Evangelio que esas ciudades paganas del Norte. Moraleja: Para dejar de hacer lo que no quieres, necesitas saber lo que quieres.

• Cafarnaúm (15-16). Parece ser la ciudad más importante de las tres y el lugar donde Jesús tiene su casa (Mc 2,1). Ella carga con una responsabilidad mayor, pues caerá como Nabucodonosor (Is 14,13-15); no ha cambiado la calidad de las relaciones humanas, es nacionalista excluyente y no acepta la universalidad de la salvación. Es denunciada como la peor de todas. Finalmente, el mismo Jesús está en quienes comunican su Palabra a los seres humanos para que descubran el verdadero sentido de la vida. Mensaje: La sabiduría es mejor que la plata o el oro.

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