SEMANA XIV: EVANGELIOS

Sábado: «Ustedes valen más que muchos pájaros»


Evangelio de San Mateo 10, 24-33

• En las circunstancias de los cristianos de segunda generación, las palabras de hoy son de aliento y fortaleza en las persecuciones: «No teman, no teman, no teman». Tres veces lo dice Jesús.

• En nuestra circunstancia, que no es de persecución, ¿qué sentido pueden tener? ¿Habrá también alguna amenaza? Por supuesto que las hay. Pasó quizá lo más duro de la pandemia por covid, pero en Chile, en México muy señaladamente, hay una invasión del crimen que amenaza a toda la sociedad.

• Jesús nos pide desarrollar tres actitudes: vencer el temor, ser transparente, tener confianza. Puedo tener temor por decir lo que pienso; puedo encubrirme y esquivar mi pensamiento; puedo tener confianza y manifestar lo creo.

• Nuestros temores tienen muchas causas, una de ellas es el encubrimiento: huir de mí, no reconocer quién soy, por temor a asumir mis oscuridades o vergüenza de admitir mis luces.

• Nuestra opacidad proviene de esquivar la verdad, no una verdad abstracta, sino la verdad de quién soy, qué quiero, qué pienso realmente.

• Nuestra desconfianza proviene de timidez, de inseguridades en el trato con los demás, de sospechar de ellos, de poner en tela de juicio la palabra.

• Ser una persona honrada, tener una vida auténtica, actuar sin doblez, hablar con sinceridad, expresarse verazmente, tener palabra leal, cumplir las promesas, confiar en los demás… Nada de esto requiere el heroísmo del martirio, como en las persecuciones.

• Ser transparentes, vencer temores, tener confianza. A eso nos invitan las palabras de Jesús. Si no requieren actos heroicos de martirio, sí exigen voluntad de ser una persona honesta.

 

Lectura: Génesis 49.29-32; 50,15-26

• Final del libro del Génesis. Relato de la muerte de Jacob y de su sepultura junto a sus abuelos, sus padres y su mujer Lía. Antes del relato de la muerte de José, ocurre la reconciliación de sus hermanos con José, por el perdón que les concede. Relato en fin de la muerte de José. Antes de morir, él les anuncia que Dios los llevara a su tierra.

 

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Reflexión: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Los discípulos discuten sobre el puesto que cada uno debía ocupar en el Reinado de Dios anunciado por Jesús, y en el cual ellos serían los dirigentes inmediatos. - Antioquía (Siria), año 80: El cuarto discurso del Evangelio de Mateo, que comienza en el capítulo 18, ofrece criterios a todos los discípulos, especialmente a los animadores y líderes de la comunidad.

• Sentido Hoy se celebra en Chile la Fiesta de Santa Teresa de los Andes con este Evangelio, Mateo 18,1-4, en el que Jesús enseña que "el más humilde es el más grande en el Reinado de Dios". El texto puede dividirse así:

• Pregunta de los discípulos (18,1). Los discípulos imaginan que el Reinado de Dios, que está por llegar, será como una nueva sociedad donde haya diferencias de rango. Allí Jesús será como el Emperador de toda la Tierra y ellos ocuparán cargos de dominio. Le preguntan: “Después de Cristo, en esa nueva configuración social, ¿quién va a mandar más?” Lección: En nuestra sociedad también hay algunas personas que piensan: “Yo prefiero ser cabeza de ratón y no cola de león”. Buscan el éxito y el reconocimiento por sobre los demás.

• Gesto simbólico de Jesús (18,2). En griego paidion es diminutivo de pais; por tanto, significa niñito menor de doce años y a la vez un muchachito para los mandados o sirviente pequeño. Ambos significados son válidos para interpretar el gesto del Nazareno: el niñito evoca la idea de confianza en sus papás y en Dios; y el sirviente pequeño alude al altruismo y al servicio al prójimo. Jesús, al colocar a “este niño” en medio, lo hace el centro de atención y el modelo para los discípulos. Moraleja: El mejor camino para abrirse al Amor de Dios es cultivar la humildad desde nuestro interior, para servir a la humanización y a la evangelización.

• Enseñanza del Maestro (18,3-4). Por tanto, ustedes han de cambiar de orientación: deben posponer toda ambición personal y asumir la humildad no solo psicológica, sino también la sencillez de vida. Así participarán ya desde ahora en el Reinado de Dios. Mensaje: No a las preeminencias; sí a la humildad, para que seamos todos hermanos e hijos de nuestro Padre Dios.

Domingo XV durante el Año (aquí)