Evangelio de San Mateo 10,1-7
• Jesús se conmueve al ver a la multitud fatigada y abatida, como ovejas sin pastor. Ese fue uno sus motivos para escoger al núcleo original de seguidores a quienes constituye «apóstoles», que significa «enviados».
• El envío misionero es la característica principal del llamado de Jesús. «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha».
• Estas palabras son la clave del llamado y la elección para cumplir una misión entonces y ahora. Dios es el dueño de los campos, esos campos son la humanidad entera, la cosecha es la amistad de la humanidad con Dios.
• El germen de esta amistad o comunión en Dios es la Iglesia pese a sus defectos, de la cual dice el Concilio Vaticano II: «La Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento, de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano».
• Todos los miembros de la Iglesia son, al igual que el núcleo original de apóstoles, enviados a anunciar y a ser signos e instrumentos de la amistad de la humanidad en Dios y entre nosotros.
• Santo Domingo vivió esa compasión de Jesús por las desgracias del prójimo. Dice de él Jordán de Sajonia, su sucesor en el gobierno de la Orden: «Dios le había otorgado la gracia particular de llorar por los pecadores, por los desdichados y los afligidos; sus calamidades las gestaba consigo en el santuario de su compasión».
• De esa conmoción interior y de su trato con la gente desorientada, como ovejas sin pastor, en el sur de Francia, nació la Orden de Predicadores, con la consigna de predicar. Las primeras Constituciones de 1220 dicen: «Nuestra Orden, como sabemos, fue instituida especialmente, y desde el principio, para la predicación y la salvación de las almas».
Lectura: Oseas 10,1-3.7-8.12
La decadencia y ruina del Reino se debió a la idolatría y a la injusticia, crudamente denunciada por Amos y Oseas. Las autoridades y la gente poderosa se enriquecieron a costa del pueblo raso con la corrupción de la justicia. Hubo derroche de riqueza.
En este oráculo, la vid es el símbolo a la vez de fidelidad y fecundidad, pero también de fecundidad e infidelidad. Una vid que produce frutos copiosos simbólica la opulencia de los poderosos que llevo a la ruina los pobres.
El lamento por la destrucción del Reino resuena como eco que cruza los siglos en el lamento por las mujeres y la ciudad de Jerusalén cuando Jesús cargaba la cruz hacia el Calvario: «Gritarán a los montes: ¡Caigan sobre nosotros!, y a las colinas: ¡Sepúltennos!» (Lc 23,30).
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Reflexión: Julián Riquelme
• Contexto - Palestina, año 30: Jesús siente “compasión” (Mt 9,36-38), es decir, indignación divina, porque la gente de su época es orientada en forma incorrecta por los fariseos. Ellos no mostraban el verdadero rostro de Dios Padre a los sencillos. - Antioquía (Siria), año 80: Somos convocados a vivir relacionados comunitariamente, respaldados por Jesús resucitado y enviados a anunciar hoy el Reinado de Dios.
• Sentido El Evangelio trata de “los Doce y su tarea misionera”. En él se pueden distinguir estos temas:
• Convocatoria (10,1ª). El número “doce” recuerda a las doce tribus del antiguo Israel. Ahora son figura del Nuevo Pueblo de Dios, representado por las doce personas, que se nombran más adelante (10,2-4). Este Pueblo de Dios son todas las comunidades de discípulos de Jesús, es la Iglesia entera de ayer, de hoy y del porvenir. Lección: Nosotros también somos elegidos por el Señor como corresponsables de la causa del Reinado de Dios.
• Autoridad (10,1b-4). Jesús hace partícipes de su misión a los “doce” para que desarrollen su misión; así podrán “expulsar espíritus impuros” o “demonios”, que hoy día equivalen a las resistencias que se oponen a la humanización; también “podrán sanar cualquier enfermedad o dolencia”, dando nuevo sentido a las enfermedades y achaques. Al primero de los discípulos que se nombra es a Simón Pedro, le sigue su hermano Andrés; continúan los dos hijos de Zebedeo; y la lista termina con siete nombres, de los cuales el más conocido es Mateo, que había sido recaudador de impuestos, Simón el cananeo que perteneció a un grupo de nacionalistas exaltados, y, por último, se menciona a Judas Iscariote, el traidor. Moraleja: Todos los bautizados y bautizadas somos llamados personalmente a participar de la misma misión de Jesús ahora, de manera comunitaria y con apertura universal.
• Consignas (10,5-7). Cristo dijo inicialmente a sus discípulos: “No vayan a regiones paganas” (10,5), porque quería invitar primero a los judíos al Evangelio. Se constata que Jesús apreciaba a los “paganos”, pues reconoce que Dios los conduce (8,10), los llama a la fe (Lc 13,29) y, después de su resurrección, envía a los suyos a “hacer que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mt 28,19). En su vida terrena al Nazareno le costó dar este paso. Mensaje: Hoy somos enviados por Jesús a anunciar su Buena Noticia con gestos de salvación y con sencillez de vida; no olvidemos que nuestro testimonio puede ser el único Evangelio que mucha gente leerá.
Semana XIV- Jueves (aquí)
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