EVANGELIO DOMINICAL

Solemnidad de la Ascensión del Señor


Lecturas: Hechos 1,1-11 / Salmo 46,2-3.6-9 / Efesios 1,17-23 / Mateo 28,16-20

Botón homilético – Francisco Quijano

• Mateo narra un encuentro de Jesús resucitado en Jerusalén con las mujeres que acuden al sepulcro, no con los discípulos varones. En este encuentro, Jesús se presenta en majestad: ellas se postran y abrazan sus pies.

• Las mujeres reciben de un ángel y de Jesús un mismo mensaje: Que los discípulos vayan a Galilea donde lo verán a él. Ese encuentro es con un Cristo en majestad, que los envía a hacer discípulos de todos los pueblos. Les promete estar con ellos hasta el fin del mundo.

• Mateo no menciona la ascensión del Señor a los cielos, Juan tampoco. Lucas la describe visualmente. Marcos simplemente da cuenta de ello como un hecho ocurrido.

• ¿Qué significa la Ascensión del Señor a los cielos? ¿Cómo ocurrió esa transformación radical de un Jesús, piltrafa humana, en un Cristo Señor del universo?

• Lo importante no es cómo ocurre el hecho. Eso nunca lo sabremos en este mundo. Lo que importa es su significado que es doble: en su crucifixión, Jesús muestra la vulnerabilidad del amor sin condiciones. En su gloria, Jesús muestra que el amor derrotado vence a la muerte y el pecado.

• Pablo reza por los cristianos para que el Padre les dé espíritu de sabiduría e ilumine su corazón, a fin de que comprendan cuál es la esperanza a la que nos convoca, cuál la espléndida riqueza de la herencia que nos promete, cuál la grandeza extraordinaria de su poder.

• Celebrar la Ascensión del Señor es agradecer que Jesús toma nuestra humanidad mortal y pecadora para llevarnos hasta la vida divina, gloriosa e inmortal. Los cristianos decían antiguamente que nuestro destino es la «deificación», ser dioses en Dios. La garantía de esta promesa es Jesús glorioso en su humanidad deificada.

• La visión imaginativa de un Jesús que asciende al cielo es solo una imagen de lo que dice san Pablo: una elevación de nuestro espíritu para acoger la esperanza a la que somos convocados, cuya realidad, ahora velada en misterio, será trasparencia en claridad de gloria.

• Pntokrator de la Iglesia Luterana de la Ascensión en el Monte de los Olivos en Jerusalén

 

• O •

 

Claves para la homilía - Julián Riquelme

Contexto - Palestina, año 30: Los discípulos van a reunirse en Galilea sólo porque las mujeres anuncian que el Maestro está vivo. - Antioquía (Siria), año 80: En su misma muerte Jesús ha sido exaltado y glorificado.

 Sentido El tema del Evangelio es el “Envío Universal”. En el texto se pueden distinguir tres partes: 

 La visión (Mt 28,16-18). El Nazareno se reencuentra con sus seguidores en un monte de Galilea. El monte significa el ámbito de lo divino, donde está Dios y donde quiere situar también a Jesús. En un monte había proclamado su Carta Magna, las Bienaventuranzas, y en Galilea comenzó a anunciar la llegada del Reinado de Dios. Los discípulos experimentan la presencia del Resucitado: su fuerza, su poder, su amor, que todo lo invade y visita: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra". Esta frase expresa que Cristo ha alcanzado la plenitud absoluta por haberse identificado con Dios en el don total de sí mismo. ⦁ Aunque no es del lenguaje de Mateo, si hablamos de la Ascensión, ella ocurrió en la muerte de Jesús, porque en ese instante terminó su trayectoria humana y sus posibilidades de crecer como criatura. Ahí llegó a la meta, a la plenitud total en Dios, porque a mayor humildad, hay más exaltación y glorificación.

 El envío (Mt 28,19-20a). El predicar el “Reino de Dios” es un mandato expreso de Jesús. Todo cristiano tiene, como primera obligación, llevar a los demás el mensaje de su Maestro. Además, Cristo llega antes que los misioneros, cuando se trata de evangelizar, porque las expresiones "Vayan, pues", significan, "por consiguiente", "por tanto", "en consecuencia". Es decir, Cristo ya habita en las personas. En la práctica, lo primero que tiene que manifestarse en un cristiano, es el amor, para que brote de la otra persona la aceptación a Jesús. ⦁ Estamos llamados a despertar la conciencia de los otros; a dar testimonio de esa presencia con nuestra vida y nuestra palabra.

 El "Emmanuel" (Mt 28,20). Jesús es el "Dios con nosotros". Mateo lo afirma al comienzo del Evangelio (Mt 1,23); también ahora al final: "Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo". ⦁ Cristo, junto con el Padre y el Espíritu Santo, “vendrá” a mi conciencia, cuando me dé cuenta de que está ahí. Esta misma palabra de ánimo es alentadora para nosotros, quienes celebramos la Ascensión del Señor y el nuevo encargo de ser sus testigos en el mundo.

 Ascensión de Cristo – Retablo de la Catedral de Zaragoza, 1467

 

Comunión con Jesús
Señor de la Historia

 –Mc 16,15/Mt 26, 26–

«Vayan por todo el mundo,
anuncien el Evangelio a toda la creación».
«Yo estaré con ustedes todos los días
hasta el fin del mundo».

Estas son tus últimas palabras,
Señor Jesús Resucitado,
en los Evangelios de Marcos y Mateo.
Tú eres Señor de la Historia,
tu presencia entre nosotros, en nuestra vida,
en nuestro mundo, en nuestra historia,
desborda y sobrepasa
toda limitación de espacio y tiempo.

Tú nos dejaste el signo más excelente
de tu presencia: el Sacramento Pascual
de tu Cuerpo y de tu Sangre.
Ahora no podemos comulgar contigo
por medio de este sacramento.

Creemos firmemente
que tú estás en medio de nosotros
y nos acompañas siempre
en todos los caminos de la vida.
Amén