EVANGELIO DOMINICAL

Presentación de Jesús en el Templo


Lecturas: Malaquías 3,1-4 / Salmo 23,7-10 / Hebreos 2,14-18 / Lucas 2, 22-40

Botón homilético – Francisco Quijano

• ¡Qué curioso! Cumplimos un ritual estrictamente judío. José y María acuden al templo para consagrar a su primogénito y purificar a su madre. «Como manda la Ley del Señor», lo dice tres veces el evangelista.

• Simeón y Ana, ancianos fieles al Señor, cumplidores de la Ley, acuden al templo y encuentran al niño, a María y a José. «Guiados por el Espíritu Santo», lo dice tres veces el evangelista.

• Una criatura recién nacida con el futuro por delante, unos ancianos en el ocaso de su vida. Encuentro de generaciones que viven en los extremos de un lapso ordinario de la vida humana. ¿Qué nos dice entre encuentro?

• Un ritual conforme a la Ley, que cumplen cinco personajes judíos: José, María, Jesús, Simeón, Ana. Un Espíritu de Dios, presente en el ritual, que los guía suavemente en el paso de la ley antigua a la nueva ley. ¿Qué nos dice este pasaje?

• Los judíos celebraban el ritual de consagración de primogénitos y primicias como memorial de su liberación de la esclavitud y cumplimiento de una promesa: era un ritual central de la antigua alianza.

• Lucas muestra, bajo la guía del Espíritu Santo, el amanecer de una nueva alianza, fundada ya no en la Ley, sino en la vida del Espíritu Santo. Es otra liberación: el paso de la antigua a la nueva alianza.

• Dice san Pablo: «Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban sometidos a la ley... e infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: Abba, es decir, Padre».

• Dios dice: «Miren a mi siervo... sobre él he puesto mi Espíritu... Te hago alianza de un pueblo, luz de las naciones» (Isaías 42,1.6). Simeón proclama: «Este niño es luz que iluminará a los paganos».

• Dos personas ancianas y una criatura recién nacida, el crepúsculo y la aurora, la Ley de Moisés y el Espíritu Santo, el fin de la alianza antigua y el comienzo de la nueva.

• Jesús en el centro: Lumen Gentium, Él es la luz de la naciones, como proclama la Iglesia en un documento del Concilio Vaticano II. Jesús es el liberador de la humanidad, por cuya muerte se instaura la nueva alianza.

• Rembrandt: Cántico de Simeón, 1669
 

• O •

 

Claves para la homilía – Julián Riquelme

► Contexto - Palestina, año 1: Seguramente José y María agradecieron a Dios por el niño Jesús. - Grecia, año 80: Para Lucas, Jesús es superior a Juan Bautista: 1° Porque cuando Jesús niño es llevado al Templo, provoca el despertar de la profecía, y Juan, no; 2° Porque al contar la vida privada de ambos, dice que Jesús crece en sabiduría y gracia, y Juan, no.

► Sentido El tema del Evangelio es la "Presentación de Jesús en el Templo y su retorno a Nazareth". En el texto se pueden distinguir los siguientes focos de atención:

Conducción de Jesús niño al Templo (2,22-24). A los cuarenta días de su nacimiento el niño es llevado al Templo de Jerusalén (2,22a; cf. Lv 12,1-6). Si bien, históricamente, los judíos no acostumbraban a llevar al niño para la presentación en el Templo, pues concurría solo el padre (Ex 13,1-2.11-16), Lucas da mayor realce a esta escena como una acción de gracias y una consagración del niño a Dios por parte de sus padres (2,22b-24; cf. Mal 3,1). Los padres de Jesús actúan como los menos pudientes del pueblo, es decir, los pobres de la época: Ofrecen a la vez "un par de tórtolas o de pichones de paloma" (2,24).- Cuando los padres agradecen a Dios la vida de sus hijos y los consagran a Él, entre otras realidades, se disponen a educar a los niños y niñas en aquella libertad, que busca construir el bien de todos.

Las profecías de Simeón y de Ana acerca del niño (2,25-38). Simeón es un varón con esperanza creyente: sus palabras enfatizan el significado de Jesús, como presencia del Amor de Dios para él, para Israel, y para las naciones paganas; pero, a la vez, ponen en evidencia que el Mesías va a desatar una contradicción y un conflicto tan fuerte, que su vida y sus palabras serán causa de división (2,25-35). Por su parte, Ana tiene la misión de continuar comunicando la esperanza mesiánica a todas las personas, que acuden al Templo: da gracias a Dios y habla de la importancia que tiene Cristo para humanizar los hogares (2,36-38).- Acojamos hoy la experiencia y la invitación de Simeón y de Ana, para mirar con profundidad, descubrir y ver el sentido de igualdad social, que Jesús vino a traer, como Luz, para todas las personas y naciones.

La vida privada de Jesús en Nazareth (2,39-40). “El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él” (2,40). Éste es el Jesús que de verdad interesa: Un ser humano que recorre nuestro propio camino, y, de esa manera, puede indicarnos la dirección a nosotros.- Si se tiene en cuenta el refrán: “De tal palo tal astilla”, hay que suponer que el niño Jesús aprendió inicialmente a amar en su familia y en las relaciones de quienes le rodeaban: allí fue educado en el exigir cada día menos y darse cada día más.

• Rembrandt: Presentación en el templo, grabado 1639