Andrés Kim Taegon, primer sacerdote coreano, junto con Pablo Chong Hasang y 101 seglares que dieron testimonio de Cristo con su vida, fueron canonizados por Juan Pablo II el 6 de mayo de 1984 en Seúl. Se les recuerda en la liturgia el 20 de septiembre. El 14 de agosto de 2014 ante un millón de fieles, Francisco declaró beatos a otros 124 mártires asesinados entre 1791 y 1888.

El cardenal Nicolás Cheong Jinsuk, arzobispo emérito de Seúl, relataba cómo llegó la fe cristiana a su patria en una homilía en Roma el año 2006.

«La historia de la Iglesia coreana se remonta 222 años atrás, cuando un grupo de jóvenes estudiosos conoció el catolicismo. Mientras estudiaban las literaturas occidentales, querían encontrar una nueva idea capaz de guiar el cambio de la sociedad coreana de aquel tiempo. Su estudio, que al principio era sólo una curiosidad hacia una teoría nueva, se volvió fe, con la gracia de Dios. Conocieron gran parte de la doctrina católica por medio de los libros, estudiando solos. Después de haber comprendido la importancia del bautismo, enviaron a uno de ellos a Pekín para que fuera bautizado.

Los hechos se desarrollaron así: en el año 1784 Lee Seung Hun, uno de ellos, fue enviado a Pekín donde fue bautizado con el nombre de Pedro. Luego volvió a Corea y bautizó a sus colegas. Este fue el comienzo de la Iglesia coreana, no fue evangelizada por misioneros extranjeros, sino sólo por laicos coreanos. La Iglesia coreana comenzó de un modo singular, único. No hay nada igual en la historia de la Iglesia católica. El esfuerzo activo de los laicos coreanos del inicio se ha convertido en la modalidad de acción de la Iglesia coreana de hoy.

Al principio la Iglesia coreana fue muy perseguida por el gobierno, porque en aquel entonces la religión de Estado era el confucianismo. La persecución duró unos cien años y hubo más de diez mil mártires».

Actualmente los católicos en Corea del Sur son unos cuatro millones y medio, el ocho por ciento de la población; los protestantes son cerca de nueve millones; los budistas doce millones. Los católicos ocupan el tercer puesto en Sureste asiático, después de Filipinas y Vietnam. La Iglesia coreana ha crecido mucho y está en primera fila en la evangelización de Asia.

Este es un ejemplo vivo hoy en día de la misión del laicado, en conformidad con el llamado de Francisco a una Iglesia renovada y transformada por los laicos. En Corea, el anuncio de la fe en Cristo y la fundación de la Iglesia corrió por cuenta de los laicos coreanos, hombres y mujeres, los misioneros extranjeros llegaron después, y solo después también hubo sacerdotes como el primero coreano, Andrés Kim Taegon.

Andrés Kim Taegon (1821) y Pablo Chong Hasang (1795) murieron decapitados en 1839. Paul Yunji Chung (1759) fue asesinado en 1791), Francis Yunji Chung (1764), su hermano menor, fue asesinado en 1801.