EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 3º de Pascua


Lecturas: Hechos 5,27-32.40-41 / Salmo 29,2.4-6.11-13 / Apocalipsis 5,11-15 / Juan 21,1-19

Botón homilético – Francisco Quijano

⦁ Una pesca extraordinaria, un almuerzo al amanecer, un reencuentro con Jesús. El episodio tiene aires de nostalgia, nostalgia del primer encuentro con Jesús y de su invitación a seguirlo.

⦁ Ha pasado el tiempo pero no solo. Ha pasado también la pasión de Jesús, la negación de Pedro, la huida al momento de la crucifixión, el desaliento...

⦁ Este almuerzo revive la cena pascual, la pesca evoca la respuesta de la gente a la predicación de Pedro, el reencuentro de este con Jesús revoca la negación. Nada de esto es nostalgia de sucesos pasados sino presencia viva del Señor resucitado.

⦁ Las tres declaraciones de amor de Pedro son el primer triunfo en su vida de la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte. Son semilla de resurrección.

⦁ Jesús resucitó en virtud de un doble amor. El Padre, Dios de Amor, no podía dejar a su Hijo en la nada de la muerte, dice Pedro en su primera predicación. Esta es la garantía del amor fiel.

⦁ Jesús no podía desdecirse del amor al Padre y del amor que el Padre tiene a la humanidad. «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos», dijo Jesús en la última cena.

⦁ Pedro había prometido jugársela por Jesús hasta la muerte. No pudo hacerlo. ¿Cómo pudo pasar de negar a Jesús a declararle amor incondicional? Por la gracia del Señor resucitado, por el amor fiel que triunfó sobre el pecado y la muerte.

⦁ Pasar de la negación al amor es, en nuestra vida mortal, tener parte real, si bien en promesa, de la victoria final sobre la muerte: «Sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos», dice Juan en su Carta primera.

• Herri Met de Blès (1510-1560)  La última aparición de Cristo a sus discípulos

 

• O •

 

Claves para la homilía – Julián Riquelme

Contexto Palestina, año 30: Los discípulos, después del fracaso del Maestro, vuelven a Galilea, su patria, y retoman su antiguo oficio de pescadores. - Jerusalén, año 100: Cuando los cristianos no hacen memoria del Resucitado, se sienten solos, asoma en su interior una dosis de desesperanza, y su labor parece infructuosa (Jn 2,1-3).

Sentido El Evangelio habla de la “Aparición de Cristo a orillas del lago Tiberíades”. En el texto se pueden subrayar tres aspectos:

⦁ En la pesca (Jn 21,4-6). Cuando la comunidad de discípulos escucha constantemente la Palabra del Mesías, amanece un nuevo día para ella: reconoce lo inútil de su solo esfuerzo; el mismo mensaje de Jesús la lleva a la solidaridad con los pobres, y el resultado es tan abundante que les faltan fuerzas para continuar el quehacer.

⦁ En la comida (Jn 21,7-14). En el comer juntos los discípulos hacen una profunda experiencia del Señor Resucitado. Allí ellos recuerdan que el Mesías realizó sus grandes revelaciones, ante ellos, ante sus amigos, y ante otros que no eran tan amigos. La comunidad de mesa y el encuentro con Jesús vivo son un acontecimiento, que los primeros cristianos toman muy en serio. La relación con el Maestro y la relación con los hermanos son inseparables en la vida de los creyentes.

⦁ En el servicio (Jn 21,15-19). Pedro niega a Cristo durante la Pasión. El problema quedaría sin resolver si no hubiese un encuentro con el Señor, que incluyese una rectificación explícita de la negación. Al final Pedro se entristece y responde con humildad al don del amor, que le ofrece Jesús. De este modo puede servir mejor a sus hermanos y hermanas.