Lecturas: Eclesiástico 27,4-7 / I Corintios 15,51.54-58 / Lucas 6,39-45
Botón homilético — Francisco Quijano
• Tener la osadía de ponerse a prueba: esta podría ser la consigna que recoge el sentido de la primera lectura y del evangelio. En una y otro tenemos unos refranes que resuman sabiduría: ¡Si los siguiéramos…!
• Moisés Naím publicó recién una columna con el título: ¿Usted en quién confía? (aquí El País). Advierte un ambiente generalizado de desconfianza frente a gobiernos, políticos, científicos, empresarios, iglesias…
• ¿Cómo revertir este ambiente irrespirable que deteriora costumbres e instituciones que nos permiten convivir? Es más, puede provocar un infarto mortal en el corazón de la vida en sociedad, que es la confianza recíproca, como ha sucedido en los regímenes totalitarios o en los populismos y las noticias falsas que están de moda ahora.
• No hay receta fácil. Se requiere un arduo y perseverante esfuerzo personal, no voluntarioso, sino lúcido, perspicaz, inteligente, que tiene una condición insoslayable: aprender a ponerse a prueba, desarrollar la virtud de la autocrítica.
• En esta prueba, la sabiduría proverbial es quizá la mejor prescripción: «Cuando se zarandea la criba, quedan los residuos: así los desechos de un hombre aparecen en sus palabras», dice un proverbio judío.
• Con otros proverbios, el judío Jesús pregunta: «¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?».
• Construir la convivencia entre personas diferentes, con creencias dispares, en sociedades plurales como las nuestras, es tarea de todos los días, desde la base social hasta los liderazgos, de abajo hacia arriba.
• Es una tarea personal: no esperes que otros la hagan por ti. «El horno pone a prueba los vasos del alfarero, la prueba de las personas está en su conversación. No elogies a nadie antes de que razone, porque allí es donde se prueba cada cual».
Claves para la homilía — Julián Riquelme
► Contexto Galilea, año 30: Los maestros del tiempo de Jesús insisten en la observancia del sábado y en el cumplimiento de la ley de la pureza. Grecia, año 80: Se propone la nueva ley del amor, así no se esclaviza a las personas, sino que se les permite crecer desde su conciencia.
► Sentido El Evangelio de hoy reúne “algunos dichos populares de la época del Nazareno”, quien los relaciona con la experiencia del Reinado de Dios. En este texto se pueden distinguir, por lo menos, los siguientes aspectos:
• El discipulado del Señor convierte a sus seguidores en maestros (Lc 6,39-40). Sin Jesús andamos como ciegos. Cristo nos instruye en los misterios del Reino de Dios. Cuando hacemos nuestro el mensaje del Señor, acogemos su Persona y la comunicamos a los otros. Nos hacemos maestros unos de otros con el Maestro.
• Corregir con amor no es condenar (Lc 6,41-42). Todos estamos hechos de la misma madera. Todos tenemos defectos, más grandes o más pequeños. Sólo si recordamos nuestras fragilidades, confiados en la misericordia de Jesús, comenzaremos a relacionarnos de manera nueva con las otras personas.
• ¿Cómo conocer a los falsos discípulos? (Lc 6,43-45). La adhesión a Cristo tiene un primer fruto: el testimonio de la propia vida, que brota espontáneamente de la experiencia interior. La solidaridad, la compasión, el respeto y la justicia por los hermanos y hermanas, son la clave para descubrir al verdadero discípulo del Señor.
en-RED-ados
Comentarios, opiniones, dudas acerca de este portal de espiritualidad y de otros temas…
NUESTRA BIBLIOTECA
Documentos en formato pdf para descargar: