EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 7º durante el año


Lecturas: I Samuel 26,2.7-9.12-14.22-23 / Salmo 102,1-4.8.10.12-13 / I Corintios 15,45-49 / Lucas 6,27-38

Botón homilético — Francisco Quijano

• «Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian». Jesús pide practicar un amor extremo. ¿Cómo intentarlo? ¿Es posible? ¿Está a nuestro alcance?

• Lo primero que implica esta enseñanza radical de Jesús no es una respuesta inmediata. ¿Sublimar de pronto rencores espontáneos, odio y venganza, contra quien causa un daño enorme?

• Antes se requiere una mirada trasparente, pura, diáfana ante el mal: injusticias, odio, venganzas, crímenes, asesinatos, violaciones, abusos de poder y toda la gama de agravios menores en la vida diaria.

• Esta mirada diáfana no depende de una disposición personal, de superar la ofuscación. Es un don del Padre de las luces que ilumina lo profundo del corazón, él que es bueno con ingratos y malvados.

• Esta mirada es particularmente valiosa para no incurrir el maniqueísmo, que juzga de manera inflexible entre buenos y malos, sataniza a unos y absuelve a otros, lo cual enturbia la mirada sobre nuestra condición humana.

• La única manera de cumplir, a nuestra medida y en nuestra circunstancia, la palabra de Jesús acerca del amor extremo, es acogerse a la misericordia de Dios: él es quien te perdona a ti, antes de que tú siquiera lo intentes con quien te ha herido.

• En circunstancias extremas, que por gracia no son las tuyas, mira lo que otros han hecho en seguimiento de Jesús, que vivió en plenitud lo que enseñó a sus discípulos: Shahbaz Bhatti. [aquí]

 


Frederik de Klerk y Nelson Mandela
celebran el fin del apartheid (17.6.1991)

 

Claves para la homilía — Julián Riquelme

► Contexto Galilea, año 30: En tiempos de Jesús, la ley del talión “Ojo por ojo, diente por diente” (Mt 5,38; cf. Ex 21,24) es lo que todos admiten como algo natural y corriente. Grecia, año 80: Se tiene como ideal de Jesús el ser compasivos como el Padre celestial. Así se supera el criterio de retribución “Haz lo mismo que te hagan”.

► Sentido En el Evangelio continúa el “Sermón en la llanura”, que manifiesta tres tipos de amor: Receptivo, recíproco, y gratuito o sin condiciones. En el texto se pueden distinguir tres aspectos:

• Amar incluso a los enemigos (Lc 6,27-28). “Amen” no significa “sientan ahora pleno afecto”, porque el corazón no se manda como la mano, sino tratar de neutralizar, equilibrar y orientar el odio interior, que brota naturalmente con el agravio. La oración es imprescindible para disponerse a devolver bien por mal.

• Inquietar la conciencia del agresor (Lc 6,29-30). Si contribuye a la felicidad de todos, demostrar al agresor la disposición a renunciar incluso a los propios derechos, dejándole en claro que esto se hace voluntariamente. El texto indica gestos voluntarios que el discípulo puede utilizar para inquietar la conciencia del agresor e invitarlo al cambio o conversión.

• Imitar la actitud misericordiosa del Padre (Lc 6,31-38). La vida de quien sigue a Jesús ha de estar orientada no solo por el propio crecimiento personal, sino por la actitud de misericordia del Padre. Así mi amor no puede ser excluyente, sino humilde, libre y gratuito.