EVANGELIO DOMINICAL

Domingo de Ramos - Pasión del Señor


Botón homilético                                                                                                   Francisco Quijano OP

Domingo de Ramos (13.4.2014): Isaías 50,4-9; Filipenses 2,6-11; Mateo 21,1-11 y capítulos 26-27

♦ Con el Domingo de Ramos comienza la Semana Santa que culmina en la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección. Tiempo litúrgico para compenetrarse de la tragedia humana que nos envuelve y de su pasmoso desenlace sobrehumano. Presentamos una guía para meditar las lecturas de Isaías, Pablo y Mateo.

♦ Isaías, el misterioso siervo de Yahveh: con él tener oído y lengua de discípulo, aprender qué es lo que está en juego en la tragedia de la violencia humana y de sus víctimas. ¿Quién se hace cargo de esta humanidad violenta, de sus crímenes, de sus víctimas?

♦ Pablo, himno pascual: el misterio que late en la tragedia humana y su desenlace sobrehumano se ha manifestado. ¿Qué cantaban los primeros cristianos? El vaciamiento de Jesús, su identificación con lo más oscuro y vil de nuestra condición humana; y la transparencia del amor de Dios que penetra esta oscuridad, la gloria de su victoria sobre la vileza del mal.

♦ Mateo, Jesús entra en Jerusalén como rey de paz: se acercaba la Pascua, memorial de liberación de la esclavitud egipcia, celebración anticipada de una nueva liberación. Jesús participa en el memorial y la celebración, pero la liberación por la cual dará su vida viene de Dios, es el don de su paz que sana de raíz toda violencia.

♦ Mateo, Pasión de nuestro Señor Jesucristo: es el memorial de la tragedia humana y de su misterio latente. No solo memorial: actualización, en la que tú, yo, ella, nuestra humanidad toda, somos actores. Allí estamos en entre los protagonistas históricos de la persecución, la traición, el abandono, la condena, la ejecución de Jesús. Allí estamos con él, en él, sometido a la vileza de nuestra condición sin replicar. Allí estamos con él, en él, en su muerte a la espera de nuestra resurrección.

 

* Paul Gauguin 1848-1903): Cristo amarillo, 1889