TESTIGOS DE CRISTO

Los Mártires de Chimbote en el Perú
— por Francisco Quijano

El sábado 5 de diciembre de 2015, en el pueblo de Santo, diócesis de Chimbote en Perú, fueron beatificados tres mártires «tanto por la sangre derramada por la confesión de la fe ante los asesinos, como por la confesión de la caridad, que transforma nuestra historia, contaminada por el mal, en historia de salvación, fermento de esperanza y de bondad», como lo expresó en la homilía el Cardenal Angelo Amato. Ellos son Michał Tomaszek y Zbigniew Strzałkowski, frailes franciscanos conventuales venidos de Cracovia, ejecutados el 9 de agosto de 1991 por guerrilleros de Sendero Luminoso, y Alessandro Dordi, misionero italiano, asesinado el 25 de agosto por el mismo grupo terrorista.
 

El obispo de Chimbote, Don Luis Bambarén SJ, ya había sido amenazado, sabía del inminente riesgo para él y los sacerdotes, hasta que llegó una nueva amenaza: «Si no renuncia mataremos, dos sacerdotes por semana». Monseñor Bambarén convocó a los sacerdotes para advertirles la amenaza: «Les doy libertad para que puedan alejarse de sus zonas, pueden retirarse a Lima o a sus países». Allí estaban Michał, Zbigniew y Sandro, que decidieron quedarse en sus parroquias.

Michał y Zbigniew pertenecían a la Orden de Franciscanos Conventuales de la provincia de San Antonio de Cracovia, Polonia. En 1989, partieron como misioneros a los Andes peruanos junto con fray Jarosław Wysoczański. Su propósito era fundar un convento y sembrar la fe, la esperanza y la caridad entre los pobres de Pariacoto, uno de los principales centros de producción de coca para elaborar cocaína.

Una tarde de verano unas personas comenzaron a llenar de pintas las paredes de los edificios frente a la plaza, señal de un inminente ataque de los terroristas. Al anochecer el padre Zbigniew empezó la exposición del Santísimo Sacramento mientras esperaba que llegara el padre Miguel para celebrar la misa. De pronto, después de la misa, unos encapuchados irrumpieron, les ataron las manos y se los llevaron en un furgón. En el camino se llevó a cabo el juicio sumario: fueron declarados culpables porque con sus Biblias y Rosarios engañaban al pueblo y su ayuda a los más pobres frenaba la revolución. Además, el anuncio del Evangelio de la paz desalentaba a los jóvenes para unirse a los grupos terroristas. Poco después, cerca del cementerio, se llevó a cabo su ejecución y también la de los alcaldes de Pariacoto y Pueblo Viejo. En el camino de regreso encontraron al alcalde de Cochabamba y también lo mataron.

Michał Tomaszek nació el 23 de septiembre de 1960 en Łękawica. El 4 de octubre de 1980 vistió el hábito franciscano y un año después profesó los votos temporales. Fue ordenado sacerdote el 23 de mayo de 1987 y laboró como coadjutor en la iglesia parroquial de Piensk. Lleno de emoción y entusiasmo, Michał partió como misionero hacia Perú el 25 de julio de 1989.

Zbigniew Strzalkowski nació en Tarnów el 3 de julio de 1958. Después de la escuela primaria fue a la escuela técnica y comenzó a trabajar a los 20 años. Un año más tarde ingresó en el noviciado de los frailes franciscanos conventuales. El 8 de diciembre de 1984 profesó votos solemnes y el 7 de junio de 1986 fue ordenado sacerdote en Breslavia. Durante dos años trabajó como vice-rector del seminario de los franciscanos conventuales en Legnica y el 30 de noviembre de 1988 viajó a Perú para trabajar como misionero.
 


 

Nadie sabe con exactitud cuándo apareció aquella pinta, pero todos recuerdan con temor lo que anunciaba: «Go home Yankees, Perú será su tumba».

Alessandro Dordi, de la Comunidad Misionera Paradiso, había soñado en ir a África, pero las circunstancias lo llevaron a visitar América Latina donde terminó enamorándose de Perú. Siempre supo que después del atentado contra los padres franciscanos él sería el siguiente. Antes de las seis de la tarde del 25 de agosto de 1991, la camioneta 4x4, doble cabina, color amarillo, que a tantos poblados lo había acompañado a predicar, tuvo que detenerse en su ruta de Vinzos a Santa, porque un grupo de encapuchados rodeó el vehículo, los dos jóvenes acompañantes que viajaban en la parte posterior tuvieron que bajar la cabeza con la amenaza: «Abajo, abajo, con ustedes no es». El padre Sandro fue llevado atrás de la camioneta, donde el sonido de 3 disparos inició un infierno.

Sandro fue el segundo de trece hermanos. Nació en Gromo, San Marino-Bergamo, Italia, el 23 de enero de 1931. En 1980 aceptó la invitación del monseñor Luis Bambarén para asumir la parroquia Señor Crucificado de Santa. En los 11 años que vivió en allí, se sintió uno más entre los santeños, fue recordado como un hombre que defendió la igualdad de género y que siempre destacó la misión de la mujer dentro de la sociedad y el matrimonio.

La catequesis familiar fue su prioridad. Promovió muchos cursos y animaba la preparación para los sacramentos en las comunidades del valle. Consiguió donaciones a fin de construir espacios para la pastoral y los servicios sociales: el Centro Promocional de la Mujer en 1983 con el apoyo de Caritas Española y más tarde el Club de Madres para realizar actividades y talleres de manualidades, cursillos de alfabetización, corte y confección, bordado, enfermería, primeros auxilios, higiene y salud. Preocupado por atender a los enfermos construyó el Botiquín Parroquial que funcionaba gracias a donaciones. También fundó el Centro de Educación Ocupacional “Virgen del Carmen”, capillas, casas parroquiales y centros comunales en diversos poblados de Santa.

Nota compuesta por Francisco Quijano con reportajes de Danielle Matelli y Francesco Pini

 

Noviembre 2016