TESORO DE LAS RELIGIONES

Loa a la Santa Cruz de Caravaca
— por María Luisa Ulloa

De esta Cruz soberana
oigan, señores,
milagros y prodigios,
con mil primores,
pues son tan grandes,
que no hay pluma que pueda
bien numerarles.

De los cielos bajaron
con alegría
los ángeles del coro,
a conducirla;
y pues son tantos,
los milagros que obra,
que es un encanto.

Cojos, mancos, tullidos,
ciegos y sordos,
en la Santa Cruz hallan
consuelo todos:
que es tan hermosa,
que la escogió Cristo
para su esposa.

Del cielo fue enviada
del Padre Eterno,
para que conozcamos
el gran misterio
que es el que encierra
que así nos la conceda
Dios en la tierra.

Dichosa Caravaca
puedes llamarte,
pues gozas en los cielos
el Estandarte,
que es la santa Cruz
donde su vida y sangre
dio nuestro Jesús.

Todos los caminantes
y marineros,
por mares y caminos
andan sin miedo,
como se valgan
de llevar en el pecho
la Cruz amada.

Son grandes los misterios
de esta reliquia,
y así digamos todos
que sea bendita;
para que tiemble
el infierno y la gente
que dentro tiene.

De muerte repentinas,
incendios, robos,
y otros muchos peligros
nos libre a todos
la Cruz Sagrada
que en los brazos de Cristo
fue desposada.

 

♦♦♦

 

El cuerpo de san Junípero Serra, que yacía junto a otros dos hermanos franciscanos en San Carlos Borromeo, Carmel, Estados Unidos, fue identificado por la Cruz de Caravaca que tenía sobre el pecho. Santa Teresa de Jesús también portó y murió con la Cruz de Caravaca a su lado. San Juan de la Cruz fundó un convento carmelita en Caravaca, Murcia, España.

¿Porque esta Cruz, que según la tradición, perteneció al Patriarca Roberto de Jerusalén y, milagrosamente, fue llevada por los ángeles al castillo Alcazar de Calatrava, se ha convertido en un amuleto esotérico de enorme poder mágico e incluso diabólico?

La historia de La Verdadera Cruz de Caravaca data de cuando las tierras de la actual Murcia estaban en manos de los musulmanes. Era el 3 de mayo de 1232: “Entre los cristianos prisioneros, estaba el sacerdote Ginés Pérez Chirinos que, venido de Cuenca, predicaba el evangelio a la morisma. El sayid interrogó a los cautivos sobre sus respectivos oficios. El sacerdote contestó que el suyo era celebrar la misa, suscitando la curiosidad del musulmán, el cual dispuso lo necesario para presenciar dicho acto litúrgico en el salón principal del alcázar. Al poco el sacerdote se detuvo y dijo que no podía continuar por faltar en el altar el crucifijo. Y fue al momento cuando, por la ventana del salón, dos ángeles transportaron un “lignum crucis” que depositaron en el altar, y así se pudo continuar la Santa Misa. Ante la maravillosa aparición, el sayid y toda la corte se bautizaron. Después se comprobó que la cruz era del patriarca de Jerusalén».

Esta cruz relicario, con doble brazo horizontal y uno vertical, tiene en su interior unos trozos de madera de la Vera Cruz en que murió Cristo y que fue hallada por santa Elena, madre del emperador Constantino.

En su forma e imágenes, esta cruz ortodoxa, también llamada bizantina o rusa, posee toda una simbología didáctica: por la Cruz, vino nuestra salvación; los dos ángeles son mensajeros de Dios y esperan en Él; las letras que vemos inscritas nos hablan de Jesucristo, Rey de Gloria y Vencedor  de la muerte. ¡Nos inclinamos ante tu cruz, oh Maestro, y rendimos culto a tu santa resurrección!

Desde sus orígenes, a este santuario basílica se le han otorgado gran número de privilegios e indulgencias. En 1988 Juan Pablo II concedió a Caravaca la celebración del Año Jubilar Permanente «in perpetuum» de Ciudad Santa, privilegio que sólo poseen cinco ciudades en el mundo: Jerusalén y Roma; y tres en territorio español: Santo Toribio de Liébana, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz. El primer año santo se celebró en 2003, el segundo en 2010 y el próximo 2017 sera Año Santo en Caravaca.

 

Noviembre 2016