EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 20º durante el año


Botón homilético                                                                                                       Francisco Quijano OP

Domingo 20º durante el año (14.8.2016)  Lucas 12,49-53

● Cinco dichos de Jesús. Dos se refieren al desenlace de su vida: «Vine a traer fuego a la tierra… Tengo que recibir un bautismo». Tres a sus consecuencias: «No he venido a traer la paz sino la división… en una familia tres contra dos… padre contra hijo… hija contra madre».

● ¿De qué fuego, qué bautismo habla Jesús? ¿De qué división? El fuego es símbolo del amor: del amor de Jesús por nosotros que manifiesta del amor del Padre por la entera humanidad. El bautismo es símbolo de su pasión y muerte: un amor llevado al extremo de la fidelidad.

● ¿Por qué trae Jesús la división? ¿No es esto justo lo contrario del fuego de un amor fiel hasta la muerte? Jesús no crea esta contradicción. Nosotros la causamos. Una pregunta para esclarecerlo: ¿qué pasa cuando alguien trata de amar sin condiciones? Casi seguro que encontrará traiciones, desengaños, oposición, desdén…

● Examinemos los dichos de Jesús en relación con lugares donde se viven conflictos de muerte. En Nigeria, Sudán, Siria, Irak, Paquistán, por señalar algunos, hay persecución contra creyentes cristianos y musulmanes que resisten heroicamente y dan testimonio de que la religión, cualquier religión genuina, es fuente y expresión de amor.

● «Nosotros, el Papa Francisco, el Patriarca Ecuménico Bartolomé y el Arzobispo de Atenas y de Toda Grecia Ieronymos, nos hemos encontrado en la isla griega de Lesbos para manifestar nuestra profunda preocupación por la situación trágica de los numerosos refugiados, emigrantes y demandantes de asilo, que han llegado a Europa huyendo de situaciones de conflicto y, en muchos casos, de amenazas diarias a su supervivencia». Este es el fuego del amor y este el conflicto del odio.

⦁ El Patriarca Bartolomé, el Papa Francisco y el Arzobispo Ieronymos en la Isla de Lesbos, 16 de abril de 2016.

 

 

Claves para la homilía                                                                                                     Julián Riquelme OP

◙ ContextoPalestina, año 30: En la subida a Jerusalén, algunos esperan un futuro imperio judío mundial; mientras otros confían en que Jesús realizará, de alguna manera, las antiguas Promesas de Yahvé. ► Grecia, año 80: La esclavitud de las mayorías, en el imperio romano, se opone al amor al prójimo, que exige Jesús, basado en la experiencia de Dios como Padre.

◙ Sentido Tema del Evangelio: "Jesús, causa de disensiones". En el texto se pueden señalar estos aspectos:

● La visión del futuro (Lc 12,49). El fuego en la tierra simboliza al Espíritu Santo, enviado a la Iglesia después de la muerte de Cristo, para que despierte la vocación de toda la humanidad (Hch 2,3; 2,31-33). El Maestro de Nazareth desea que el Espíritu Santo actúe aquí y allá, propiciando un desarrollo humano universal.

● La condición necesaria (Lc 12,50). El bautismo, en que el Señor tiene que ser bautizado, es su muerte (cf. Mc 10,38). Sin la entrega de Jesús, que manifiesta el Amor del Padre por todos y cada uno de los seres humanos, no se comunica el "fuego" de Dios en la tierra. Por lo tanto, la opción amorosa de Cristo por la vida de todos, es algo más importante que las estructuras antisolidarias, que propician el egoísmo y la ambición.

● El motivo de discordia (Lc 12,51-53). El Nazareno va a convertirse en causa de desavenencias, debido a su mensaje, que manifiesta la imagen de Dios como Padre de todos (cf. Lc 2,34). Así unos estarán contra Él y otros por Él, incluso dentro de una misma familia (cf. Mi 7,6). En otras palabras, la persona de Jesús es factor de división, de "juicio", entre los seres humanos, según se acepte o no su Evangelio (cf. Jn 3,19-21).