PALABRA DEL MES

V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús
por Jesús García Álvarez

El día 28 de marzo de este año se cumplió el quinto centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús. Con este motivo se están celebrando en todo el mundo fiestas, peregrinaciones, congresos, conferencias, conciertos. La conmemoración desborda ampliamente los muros de los monasterios de Carmelitas Descalzas para extenderse a las ciudades o caminos que fueron testigos de la vida de esta Santa.

Las últimas palabras de santa Teresa antes de morir, que invitaban a “ponerse en camino”, han resonado como una consigna que han recogido el Papa, los Obispos, los teólogos, los poetas y los escritores. El Papa Francisco ve en los escritos de santa Teresa un camino de alegría, de fraternidad, de desprendimiento y de oración. Los Obispos descubren ahí un camino de renovación para un mundo cansado y triste. Los poetas y los escritores encuentran en santa Teresa un nuevo lenguaje con la sencillez y la frescura de lo que está naciendo. Los teólogos descubren una teología viva, lejos de teorías y sistemas abstractos y fríos.

Así, pues, la celebración de este quinto centenario no será solo para mirar hacia atrás y para contemplar la figura grandiosa de santa Teresa y de su obra. El siglo XVI es todavía un siglo de grandes empresas religiosas y de santos que supieron vivir el misterio de Dios. Pero muy pronto iban a cambiar las cosas. De un mundo poblado de ángeles y de experiencias religiosas se pasó a un mundo de leyes y de fenómenos. Dios iría desapareciendo del horizonte de la vida.

Volver a escuchar en ese mundo desacralizado en que vivimos un lenguaje que nos habla de Dios irrumpiendo en la vida de cada día con la naturalidad con que lo hace santa Teresa nos hace descubrir dimensiones que teníamos olvidadas y que ahora aparecen en todo su esplendor. Y cuando santa Teresa señala en el Camino de perfección unas etapas de oración y de contemplación a las que todos podemos aspirar con la ayuda de Dios abre para todos un horizonte que hacía tiempo se había cerrado, reducido al campo de las ciencias y de los conocimientos empíricos.

A Dios se le había encerrado en los estrechos límites de nuestros conceptos. Era el dios creado a nuestra imagen y semejanza. Pero ese no es el Dios de Jesucristo, al que solo se le puede conocer en el encuentro de una experiencia que supera los límites de nuestros conceptos. Santa Teresa no se cansará de hablar de esas experiencias que llenaron su vida.

Pudiera parecer que las visiones, los éxtasis y las revelaciones deberían de hacer de santa Teresa una monja aislada del mundo y encerrada en su convento. Sin embargo, no fue así. Lo que llamó la atención de sus contemporáneos fue la monja “inquieta y andariega”, independiente de sus prelados, maestra de sus religiosas. Y es que el mensaje de los místicos es un mensaje universal, válido para todos. Cuando santa Teresa escribía El Libro de su vida, El Camino de perfección o Las Moradas, lo hacía obedeciendo a sus confesores, pero pensaba también en sus monjas o en los teólogos de la Inquisición. Esos libros son verdaderos tratados de oración, de Cristología y de vida espiritual, con el mismo valor hoy que el que tuvieron en su tiempo.

Esto quiere decir que la mejor manera de celebrar este quinto centenario será recoger el mensaje que transmiten esos libros que, por otra parte, no son más que el reflejo de la vida de una mujer que supo enfrentarse a los temores y a las dificultades de su tiempo, buscando nuevos caminos para aquellas monjas que aspiraban a la santidad por los caminos de la contemplación. Encontró también nuevos horizontes para un mundo que, con el tiempo, se encerraría en los estrechos límites de las ciencias empíricas, renunciando a otros horizontes más amplios y más humanos. Son los horizontes de la experiencia religiosa; el mundo de los místicos…

 

Leer las poesías de Santa Teresa de Jesús en la Biblioteca Digital Ciudad Seva

Gian Lorenzo Bernini (1598-1680: Éxtasis de santa Teresa en la iglesia de Santa María de la Vittoria, Roma. 

 

 

 

Mayo 2015