EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 2º de Cuaresma


Botón homilético                                                                                               Francisco Quijano OP

 

Domingo 2º de Cuaresma (1.3.2015): Romanos 8,31-34 / Marcos 9,2-10

● Dos imágenes de nuestra humanidad: el ascenso evolutivo del homo sapiens y el despliegue histórico de sus logros; la degradación y aniquilación del homo sapiens, los 43 de Ayotzinapa, los millones y millones que han sido reducidos a mero desecho.

● ¿En quién se encuentra la memoria y la supervivencia de cada ser humano? En Él, transfigurado, muerto, resucitado. En el amor y la voz que lo sostenía: «Este es mi Hijo – todos son mis hijos e hijas – amado».

● Pablo proclama: «Si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará en contra nuestra?»

 

• Alexandre Bida (1813–1895): La Transfiguración

 

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Claves para la homilía                                                                           Julián Riquelme OP
 

Domingo 2º de Cuaresma: Marcos 9,2-10

Contexto. - Palestina, año 30: Los seguidores de Jesús fueron ciegos durante la vida terrena del Maestro, pues no descubrieron quién era Él hasta después de su muerte. - Roma, año 70: Después de la experiencia Pascual, los discípulos experimentaron que Jesús era El Mesías, más grande que Elías y Moisés, y se convirtieron en peregrinos para comunicar esa vivencia a quienes son perseguidos por la fe.

Sentido. La Transfiguración del Señor tiene un formato bíblico propio. Los especialistas lo clasifican como una "teofanía" con rasgos apocalípticos (griego: "Teos" = Dios; "fanos" = manifestación). En resumen, se trata de una manifestación o revelación de Dios, a través de imágenes conocidas en la cultura judía. La "teofanía" se desarrolla en una secuencia de tres pasos:

La transformación de Jesús (Mc 9,2-4). El Evangelio se inicia con la subida del Maestro a un cerro, acompañado de tres discípulos. El resplandor luminoso, que rodea al Nazareno, presenta de manera gráfica su proximidad a Dios. Elías, como precursor mesiánico, aparece allí como el acompañante principal de Cristo, y Moisés, como un modelo, que le ayuda en la germinación del Nuevo Pueblo de Dios. - Jesús es más grande que los antiguos profetas y que Moisés.

La reacción de Pedro y de los discípulos (Mc 9,5-6). Pedro, Santiago y Juan viven una situación contradictoria: Por un lado, quieren retener la bienaventuranza celestial, que experimentan; y, por otro lado, se comportan como faltos de inteligencia, pues se resisten al sufrimiento, que implica seguir al Maestro hasta la cruz. - Si queremos encontrarnos con el Resucitado, tenemos que emprender el camino del seguimiento de Jesús.

La aparición de la nube y la voz divina (Mc 9,7-8). La nube es signo de la presencia de Dios, y, desde ella, resuena la voz celestial (Ex 24,16). Nube y voz interpretan la Transfiguración de Cristo, y son la respuesta divina a la reacción de los discípulos. La expresión "Éste es mi Hijo muy querido" corresponde a la presentación de Jesús, que hace Dios Padre a los tres testigos. El imperativo "escúchenlo" es una invitación a obedecer la Palabra del Nazareno. - En el camino del seguimiento vamos con Jesús hasta la cruz y el sepulcro, pero desde allí hay que volver al seguimiento.

 

• Icono bizantino portátil de la Transfiguración, c 1200