EVANGELIO DOMINICAL

Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos


Botón homilético                                                                                               Francisco Quijano OP

 

Conmemoración de los Fieles Difuntos (2.11.2014): Juan 11, 17-27

«Quien cree en mí, aunque muera, vivirá» ¿A qué suena esta sentencia? «Quien vive y cree en mí no morirá para siempre» ¿Y esta otra?
Son afirmaciones del núcleo esencial de la fe cristiana.

¿En qué se fundan? En el triunfo del único, que por amor al Padre y a nosotros, venció a la muerte.

¿Qué nos dicen? El amor incondicional de Dios no deja que nada se pierda. En el origen, el amor de Dios nos crea. En el fin, el amor de Dios nos recrea.

Lo demás –imágenes, pinturas, miniaturas– son expresiones bellas, floridas, exuberantes, simbólicas, estrafalarias de esta realidad.

 

• Évrard d'Espinques (activo de 1440 a1494): Jesús rescata del limbo (miniatura)

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Claves para la homilía                                                                           Julián Riquelme OP
 

Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos: Lucas 24, 1-8

● Contexto. - Palestina, año 30: Las mujeres discípulas van a embalsamar a Jesús, según la costumbre judía. Piensan que es un finado. - Grecia, año 80: La comunidad ya tiene conciencia de que Cristo vive: “¡No está aquí, ha resucitado!”

● Sentido. El Evangelio habla de la “Resurrección de Jesús” según San Lucas. Los discípulos descubrieron una Vida Nueva en la experiencia pascual de su maestro Jesús. En el relato se pueden divisar tres partes:

♦ El desconcierto de las mujeres (Lc 24,1-3). El “primer día de la semana” indica que ya ha comenzado la Nueva Creación. Las mujeres con frascos de perfumes en las manos, manifiestan que están movidas por el Amor a Jesús. La piedra removida y el no encontrar el cuerpo del Nazareno, provocan muchas dudas y preguntas en ellas. - No se puede llegar por razonamientos a la convicción de que Jesús está vivo. La Vida Nueva, que hay en Jesús, y, por lo tanto, su resurrección, sólo pueden ser objeto de fe. Para los apóstoles como para nosotros, se trata de una experiencia interior.

♦ La “teofanía” o manifestación de Dios (Lc 24,4-7). Los dos ángeles son símbolos de la presencia de Dios. Dios mismo saca a las mujeres del temor; les indica que no hay que buscar a Jesús entre los muertos, porque está vivo: su muerte fue llegar a su meta, a la Vida Plena, a la Vida del Reino de Dios. Además, invitan a las mujeres a descubrir la Pascua de Cristo, como la manifestación y la respuesta del Nazareno al Amor del Padre por todos. - A Jesús se le busca, no entre las piezas de un museo, sino en la vida de la gente, que trata de superar sus problemas. Cristiano es el que está constantemente muriendo y resucitando. Muriendo a lo terreno y caduco, al egoísmo, a las esclavitudes, y naciendo a la verdadera Vida, al amor al prójimo, a la libertad.

♦ El recuerdo de las palabras de Jesús (Lc 24,8). La pasión y muerte del Nazareno no fueron un fracaso total y rotundo. Sus palabras ayudan a descubrir que la cruz ‒asumida por Él como gesto que simboliza el Amor del Padre por todos‒, es ya manifestación de la resurrección. - A través del convencimiento de que Jesús está dando Vida Nueva a cada uno de nosotros, descubrimos que Él tiene que estar Vivo. Sólo mediante la vivencia personal podemos comprender la resurrección. Nosotros y nuestros antepasados vivimos en Cristo, si servimos al prójimo con amor.

 

• Maestro dell’Osservanza (activo de 1425 a1450): Jesús desciende a los infiernos