EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 14º durante el año


Botón homilético                                                                                               Francisco Quijano OP

 

Domingo 14º durante el año (6.7.2014): Mateo11, 25-30

● Una atmósfera transparente de gratuidad y amor envuelve la relación de Jesús con su Padre y se extiende a gente sencilla, sin pretensiones.

● Tres palabras lo aclaran: Gracias, Padre, porque te has revelado a esta gente + Nuestro conocimiento mutuo quiero, Padre, comunicarlo a esta gente + Deseo, Padre, uncir a esta gente con el vínculo de amor nos une.

● Gratuidad en Espíritu de Amor, Padre, entre Tú y Yo, para liberar a esta gente de los yugos que la agobian.

 

• Eduardo Chillida: Elogio de la luz XX • 1990 • Alabastro

 

● ● ●

 

Claves para la homilía                                                                              Julián Riquelme OP
 

Domingo 14º del tiempo durante el año: Mt 11,25-30

● Contexto. ̶ Palestina, año 30: Los habitantes de Corazaín, Betsaida y Cafarnaúm no aceptan el mensaje del Reino, porque los escribas y los fariseos oprimen a los sencillos con su interpretación de la Ley de Moisés. ̶   Antioquía (Siria), año 80: La Ley de Moisés no hay que interpretarla para oprimir, sino para liberar, porque la principal tarea de Jesús fue liberar a los seres humanos de todas las esclavitudes.

● Sentido. El Evangelio describe la "Presencia de Jesús entre la gente sencilla" con tres trazos bien definidos:

♦ Agradecimiento a Dios, porque los sencillos aceptan el Evangelio (Mt 11,25-26). “Te alabo, Padre”: El motivo de la acción de gracias es porque los más “pequeños” acogen el Reinado de Dios; los “pequeños” son la gente sencilla, no calculadora, quienes no tienen doblez ni segundas intenciones; los “sabios” y los “prudentes” son la elite religiosa, que, priorizando la Ley como un absoluto, desprecian y consideran malditos e incapaces a los sencillos; “Sí, Padre, porque así lo has querido”: Dios no hace acepción de personas en cuanto a la “revelación”, porque Él es Amor y plena gratuidad (cf. Hch 10,34; Rm 2,11). ̶  Si queremos que Dios Padre se manifieste en nuestra experiencia, debemos despojarnos de la soberbia, el orgullo y la prepotencia, y revestirnos de la humildad, la sencillez y el sentido de igualdad básica con los otros.

♦ Reconocimiento de la cercanía entre Jesús y Dios (Mt 11,27). La frase “Todo me ha sido dado por mi Padre” coincide con la afirmación de Cristo Resucitado “Yo he recibido todo el poder en el cielo y en la tierra” (Mt 28,18), lo cual manifiesta que estamos ante una catequesis post pascual; “Nadie conoce al hijo sino el Padre”: en hebreo, el verbo “conocer” indica cercanía, familiaridad, comprensión, entrega mutua y la relación íntima entre un varón y una mujer: en suma, Jesús siente en su interior el gran Amor de Dios Padre por todos los seres humanos (cf. Sal 138/h139); “Nadie conoce al Padre sino el hijo, y aquél a quien el hijo se lo quiera revelar”: la única manera de conocer a Dios es aproximarnos al Señor Jesús (cf. Mt 6,9-13). ̶  Tanto en la lectura de la Biblia, como en la meditación, el estudio y la pastoral, debemos acercarnos cada vez más al Jesús histórico, para experimentar a Dios como Padre.

♦ Invitación a relacionarnos con Jesús (Mt 11,28-30). Cristo, Sabiduría de Dios, convoca a los afligidos y agobiados por las leyes y “tradiciones humanas”, a tomar el “amor a los otros” como lo más importante de la vida (cf. Si 6,19-28; 51,23-27). La imagen de “yugo” se aplicaba a la Ley, que, tal como la imponían los fariseos, era insoportable; por su parte, Jesús propone un “yugo” para desplegar todas las posibilidades de plenitud de cada ser humano. ̶  Cuando la gente se acerca al Evangelio y lo relaciona con la vida, las limitaciones permiten avanzar en el camino hacia una meta, que está más allá de lo que imaginamos.