EVANGELIO DOMINICAL

Solemnidad de la Santísima Trinidad


Botón homilético                                                                                               Francisco Quijano OP

 

● Solemnidad de la Santísima Trinidad (15.6.2014): Juan 3, 11-13

● Meditar generación tras generación en la Santa Trinidad, confesar que el destino humano termina en Dios: seremos divinizados porque el Hijo de Dios, Palabra Divina, se humanizó en nuestra historia.

● Meditar generación tras generación en la Santa Trinidad, anunciar que el Amor Divino envuelve toda la creación: es nuestra en esperanza la Delicia del Padre en el Amor de su Hijo.

● Celebrar la Santa Trinidad –el Misterio de los misterios– porque Ella nos hace partícipes de su dicha de amar y ser amada y gozarse en el amor: Padre, Hijo, Espíritu, por los siglos de los siglos.

 

* En este portal hemos publicado un poema de Czesław Miłosz sobre las discusiones en los primeros siglos del cristianismo acerca del Misterio de la Trinidad    ► leer

 

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Claves para la homilía                                                                          Julián Riquelme OP
 

Solemnidad de la Santísima Trinidad: Jn 3,16-18

● Contexto. ‒ Palestina, año 30: Jesús llama a Dios “abba” = “Padre” (Fuente Q: Mt 6,7-13; Lc 11,2b-4). ‒ Jerusalén, año 100 : Dios en Jesús, por Amor, ofrece a todos la vida plena. El ser humano tiene que optar entre la vida y la muerte.

● Sentido. El Evangelio de hoy habla del “Amor de Dios”: “Dios amó tanto al mundo” La mejor noticia que puede recibir un ser humano es que Dios no puede apartarle de su Amor. En el texto se distinguen en dos partes:

♦ Nuestro Dios es una Comunidad de Amor (Jn 3,16-17). Por Amor, Dios entrega a su Hijo Jesús al “mundo”, a la humanidad, para que todos tengan vida. En otras palabras: el móvil del envío del Hijo es el Amor, y la finalidad es salvar a todo ser humano, sin excepción. Quien no obtenga la vida, es porque rechaza la oferta divina, negando la adhesión a Jesús, el dador del Espíritu. ‒ Los tres ‒el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo‒, a la vez en conjunto y cada uno en su acción, son El que ama, el amado y el amor. Nuestra vida debería ser un espejo, que, en todo momento, reflejara el misterio de la Trinidad, al interior de nuestra sociedad.

♦ El ser humano tiene la responsabilidad de su salvación (Jn 3,18). Quien presta adhesión a Jesús no está sujeto a sentencia; quien se niega a prestársela, ya tiene la sentencia de frustración, por su negativa a adherir a Él. O se está a favor de Jesús o en contra; no existe la indiferencia. ‒ Cuando hablamos de cualquiera de las tres personas divinas, relacionándose con nosotros, estamos hablando de Dios, preocupado por el crecimiento de los seres humanos. De tal manera que, cuando damos la adhesión a Jesús, como Hijo único de Dios, que es el modelo de los hijos que nacen por su medio, estamos creyendo en las posibilidades de todos los seres humanos, en el horizonte que les abre el Amor de Dios, y poniéndolo en práctica en el amor al prójimo.

 

* Cristóbal de Villalpando (Ciudad de México 1649-1714): La Santísima Trinidad – Templo del Convento del Carmen, Puebla

 

 

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Sitios de interés

Encontrarás también buenas sugerencias en estos sitios:

En el Portal de la Orden Dominicana en España tienes introducción, lecturas, comentario bíblico, pautas para la homilía y pistas para misas infantiles: www.dominicos.org/predicacion

Homilías de José Antonio Pagola: http://iglesiadesopelana3.blogspot.com

En Torch la provincia dominicana inglesa tiene buenas homilías… y breves: http://torch.op.org

Preachers’ Exchange de fr. Jude Siciliano, dominico estadounidense, ofrece un espacio de intercambio y otros recursos para crear la homilía dominical: www.preacherexchange.com