Lecturas: Baruc 5,1-9 / Filipenses 1,4-6.8-11 / Lucas 3,1-6
Botón homilético: Francisco Quijano
• Lucas enmarca la historia de Juan y de Jesús con unos personajes impresentables: el emperador Tiberio, el cónsul Poncio Pilato, los reyezuelos Herodes, Filipo y Lisanias, dos sumos sacerdotes Anás y Caifás. Todos ellos mandamases crueles y arbitrarios. Eran un desierto de inhumanidad.
• A Juan, hijo de Zacarías, le llegó en ese tiempo la palabra de Dios, él vivía en el sur al oriente del Jordán en otro desierto, el geográfico. La palabra de Dios es fecunda, irriga desiertos como agua que transforma la aridez en vida y lozanía.
• «Todo el mundo verá la salvación de Dios», anunciaba el profeta Isaías II en los años 550-540 aC. Juan bautista reitera el anuncio. Este domingo de Adviento la liturgia lo repite.
• ¿A dónde hemos de dirigir hoy en día la atención para ver la salvación de Dios? ¿Qué necesitamos para contemplarla? ¿Cómo involucrarnos en ella?
• Son preguntas que nos hace Juan Bautista. Mucha gente escuchó su mensaje, que comunicaba la palabra de Dios que él había recibido. Así fue transformándose un desierto inhumano en un desierto florido.
• Hubo también quienes no escucharon su palabra: uno de los mandamases de su tiempo, Herodes, lo condenó a muerte y lo decapitaron.
• Quienes vivimos en desiertos inhumanos hoy en día, quizá tengamos que pasar por otros desiertos como el de Juan, para escuchar como resuena la palabra de Dios en nuestra vida. Ese es su mensaje: acoger la palabra de Dios en el desierto de nuestra vida.
• Otro hombre, este de Galilea en el norte del país, tuvo noticias del profeta que predicaba en el desierto del sur y acudió a escuchar su palabra. Se hizo bautizar por él y escuchó una voz que lo llamó a comunicar un secreto que llevaba en su corazón: Dios, a quien llama Padre suyo, quiere manifestar su amor a toda la gente.
• En estos días de Adviento, somos testigos de los comienzos de la historia de Jesús. También nosotros nos vestimos de gala como la ciudad santa, para recibir el don de Dios: Jesús, el Mesías.
Lecturas: Baruc y Filipenses
• Baruc exhorta a la ciudad de Jerusalén a vestirse de gala con la gloria de Dios, a ponerse el manto de su justicia y la diadema de su gloria. Tiene en mente el templo purificado después de su profanación por los griegos.
• Sueña en tiempos venturosos en los que se congregarán en la ciudad santa los judíos dispersos, pese a que la nación se halla bajo la dominación romana. Esa expectativa tendrá un cumplimiento inimaginable.
• Ciento cincuenta años después aparecerá un profeta no en la ciudad sino en el desierto, para anunciar con palabras de otro profeta: «Todos, hombres y mujeres, verán la salvación de Dios». ¿Dónde se verá esta salvación?
• La Ciudad Santa, engalanada, es imagen de la mujer que recibió en su seno al que es Luz de las Naciones, como lo anunció un profeta seis siglos antes y también un anciano cuando fue presentado el niño en el templo.
• Dos pensamientos de san Pablo para este tiempo de Adviento: «Quién comenzó en ustedes su obra, a irá perfeccionando hasta el día de la manifestación de Cristo Jesús».
• «Que su amor siga creciendo más y más y se traduzca en conocimiento y sensibilidad espiritual».
• • •
En Chile: La Inmaculada Concepción de María
Julián Riquelme: Claves para la homilía
• Contexto - Palestina, año 1: La madre de Jesús era de Galilea, lugar de los pobres y despreciados (cf. Lc 22,59). - Grecia, año 80: Jesús es más grande que el Bautista, y María es más grande que Isabel. Ella es la “madre de mi Señor” (Lc 1,43).
• Sentido El Evangelio relata el “Anuncio del nacimiento de Jesús a María, su madre" (Lc 1,26-38) por parte del Ángel del Señor. Su género literario es uno de los "relatos de la infancia de hombres famosos". Éstos consistían en una descripción sobre la infancia y la adolescencia de un personaje, que llegó a ser célebre en su vida adulta –Moisés, Sansón, Samuel, el Bautista, Jesús–. La finalidad de estas narraciones era mostrar una síntesis o resumen de toda la vida del personaje. Los subrayados teológicos indicados por el evangelista son los siguientes:
• Historicidad mesiánica. El Angel Gabriel (hb. gabrî'ël: "hombre de Dios" o "Dios se ha mostrado fuerte", cf. Dn 8,16; 9,21-27), significa un enviado de Dios; el Ángel se dirige a una ciudad concreta, a una joven comprometida con un descendiente de David: la descendencia de David recibió la misión de hacer presente la Promesa para bien de todas las naciones (cf. 2 S 7,12-16; Sal 2,7-9; 89,4-5; 110,1s; Is 9,5-6; 55,3); y María es saludada como “llena de gracia”. Lección: Dentro de cada uno de nosotros está el Amor de Dios, que quiere comunicarse a todos los seres humanos.
• Simbología de la teofanía. A la Virgen se le pide la colaboración para que el Reinado de Dios comience a manifestarse de manera definitiva en la tierra: que acepte ser madre de Jesús, el Mesías; Él propiciará la vida, la justicia, el Amor de Dios y la solidaridad entre todos los pueblos (Lc 1,28-38ª; cf. Sal 72,5; Is 9,5-6; 11,1.10; Ez 34,23-24; Dn 7,14; Mi 4,7). Moraleja: La fuerza de Dios, que estuvo en María para que el Hijo de Dios tomara carne, humanidad, en ella (Lc 1,35; cf. Gn 1,2; Ex 13,22; 19,16; 24,16; Sal 17,8; 57,2; 140,8), habita en nosotros, para que propiciemos que la Palabra de Dios esté en nuestra historia, en nuestros ambientes, en nuestro mundo.
• Actitud de María. La joven se extraña, interroga, discierne y al final su fidelidad a la Palabra de Dios le lleva a aceptar: “Fiat” = “Hágase” (Lc 1,38). Mensaje: La partida del Ángel no solo marca el final de la teofanía, sino que a su vez invita, mediante el silencio, a desplegar la capacidad de darse, de amar y de servir a nuestros prójimos.
• Fray Alonso López de Herrera OP (1580-1648): La Inmaculada Concepción
La Inmaculada Concepción de María (aquí)
en-RED-ados
Comentarios, opiniones, dudas acerca de este portal de espiritualidad y de otros temas…
NUESTRA BIBLIOTECA
Documentos en formato pdf para descargar: