Lecturas: Isaías 53, 10-11 / Hebreos 4, 14-16 / Marcos 10, 35-45
Botón homilético: Francisco Quijano
• A raíz de los abusos de violación de niñas y niños, de abusos de poder y de conciencia de clérigos y religiosos, el Papa Francisco ha pedido a todo el pueblo de Dios involucrarse en un cambio de mentalidad y actuación que ponga a Jesús en la mira.
• Francisco dice que, en la raíz de estos males, está el afán de poder y dominio que se manifiesta en el episodio evangélico de este domingo. Lo cual nos afecta a todos, si bien en el caso de sacerdotes y religiosos es una perversión mucho más grave.
• Los actos personales de abuso, graves, crímenes algunos, se imputaputan a las personas acusadas. Estos actos se agravan cuando la institución los propicia y las autoridades los encubren.
• En el grupo mismo de los discípulos escogidos por Jesús, podemos ver que hay ambiciones entre ellos y abuso de poder cuando han querido controlar a la gente que obraba el bien sin pertenecer a su grupo.
• ¿En quién hemos de poner la mirada para salir de esta situación? En Jesús que nos dice: «Yo he venido no a ser servido sino a servir y a dar mi vida en rescate por la multitud».
• Se ha gastado mucha tinta a propósito de si la palabra griega polloi significa muchos, todos o multitud. Esta palabra puede traducirse también por gente del montón, populacho, chusma.
• Jesús nos pide mirarlo a él y mirar a la gente pobre, vulnerable, excluida, a las víctimas, porque él está presente en estas personas. Juan Pablo II decía: «La contemplación de Cristo nos lleva a descubrirlo en el rostro de aquellos con los que él mismo ha querido identificarse».
Lecturas: Isaías y Hebreos
• La lectura de Isaías es un fragmento muy breve del Cuarto Cántico del Siervo del Señor, que se proclama íntegro en la Memoria de la Pasión y Muerte de Jesús el Viernes Santo.
• Estos Cánticos de Isaías II se escribieron durante el exilio en Babilonia. El «Siervo del Señor» al cual se refieren se desconoce quién es. A la luz del Nuevo Testamento, estos poemas anticipan la figura de Jesús y su destino, particularmente el Cuarto, que puede leerse con un comentario (aquí).
• La Carta a los Hebreos dice esto de Jesús: «No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas, excepto el pecado».
• Estas dos lecturas están en consonancia con el dicho de Jesús al final del Evangelio: «El Hijo del hombre… ha venido a dar su vida en rescate de todos»
Jesús fue despojado de su humanidad –le quitaron la vida– justamente para rescatar y revindicar a las víctimas de la violencia humana.
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Claves para la homilía: Julián Riquelme
• Contexto - Palestina, año 30: Los discípulos no comprenden el sentido del caminar de Jesús hacia Jerusalén: Desean un Mesías, que haga de Israel un triunfador, poniendo en segundo lugar el ideal del Reinado de Dios. - Roma, año 70: Seguir a Jesús, en medio de la persecución, y a la vez buscar privilegios de poder dentro del Imperio, es renunciar al servicio liberador, que han de prestar los cristianos a la humanidad.
• Sentido El Evangelio habla de “la ambición de poder y el servicio”. En él se pueden distinguir los siguientes pasos:
• Petición de los hijos de Zebedeo (10,35-40). Abren la escena los dos discípulos, indicando a Jesús lo que tiene que hacer: Sentar a “uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”. Ellos no muestran disposición interna para asimilar lo que el Nazareno les enseña. Solo piensan en el porvenir terreno, desde su egoísmo, fundado en el afán de superioridad y seguridades. “No saben lo que ustedes piden”: Cristo dialoga con ellos, para hacerles comprender que en el Reinado de Dios lo que cuenta no son los méritos, sino la gratuidad. Lección: Jesús desea que quienes lo sigan sean una comunidad sin poder.
• Reacción de los diez (10,41). “Los otros diez se indignaron”: No hacen caso a las palabras del Maestro; más bien se enojan contra los dos hermanos. Tienen las mismas ambiciones que los Zebedeos, pero son cobardes y no se atreven a manifestarlo. Moraleja: El ansia de poder crea divisiones en el grupo (cf. 1 Reyes 12,20-33).
• Enseñanza sobre el servicio (10,42-45). “Los gobernantes dominan a las naciones, como si fueran sus dueños”: El Nazareno analiza lo "normal" en las sociedades civiles de su tiempo. El poder de los emperadores toma frecuentemente las formas de tiranía y de opresión, es decir, un poder de mando o mandato. Jesús no critica ni la democracia ni la monarquía, sino a las personas que ejercen el poder oprimiendo (Mc 10,42). “Entre ustedes no debe suceder así”: Lo que el Maestro propone a sus seguidores es todo lo contrario: Servir, es decir, ser para los demás, darse, entregarse totalmente, amar sirviendo siempre. La autoridad en las comunidades de los discípulos ha de ser un servicio, esto es, una actitud común de obediencia contemplativa a la realidad, pues en ella el Dios vivo llama a propiciar la maduración de todas las personas (Mc 10,43-44). “Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida”: Cristo comunica el secreto de su actitud. Él mismo entrega libremente su vida. Pone su humanidad al servicio de los demás mientras vive; da su vida, sirviendo (Mc 10,45). Mensaje: Solamente una Iglesia de siervos podrá ayudar a la libertad.
Semana XXIX – Lunes (aquí)
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