EVANGELIO DOMINICAL

Solemnidad de la Ascensión del Señor


Lecturas: Hechos 1,1-11 / Efesios 1, 17-23 / Marcos 16, 15-20

Botón homilético – Francisco Quijano

• «Jesús de Nazaret, ungido con Espíritu Santo y poder, pasó haciendo el bien». Este es el testimonio que dieron Pedro y mucha gente acerca de Jesús.

• Haciendo el bien: se acercaba a gente afectada por distintos males; acogía en su amistad a pecadores y mujeres de mala vida; enseñaba con sabiduría los caminos de Dios…

• Consumió su vida haciendo presente a su Padre en medio de la gente; comunicó de modo sobreabundante la vida de Dios, su amor; acabó entregando su vida por amistad con todos.

• Este testimonio de lo que hizo y enseñó lo guardaron como memoria viva las primeras comunidades y lo que pusieron por escrito los evangelistas.

• Eso es lo que se proclama todos los días, especialmente los domingos, al leer públicamente los relatos evangélicos: la memoria viva de las primeras comunidades que perdura en el tiempo.

• Pero, ¿es eso solamente? ¿Solo memoria viva? ¿Recuerdos imborrables? ¿Qué fue de esa vida de Jesús tan enriquecedora? ¿Se perdió todo con su muerte?

• La resurrección de Jesús es garantía de que su vida no se ha perdido, pero es inútil imaginar algún lugar donde se conserva como en un museo o unos anales: ha sido transformada, divinizada.

• Jesús vive en una dimensión inalcanzable para nuestras facultades y aspiraciones limitadas. Esa es la paradoja que se expresa en un prefacio pascual: «Inmolado ya no muere más, muerto vive para siempre».

• ¿Muerto vive para siempre? ¿Cómo es eso: muerto vivo? San Pablo lo dice: «El Dios de nuestro Señor Jesucristo, Padre de la gloria... puso todo bajo sus pies y a él lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, la plenitud del que lo consuma todo en todo» (Ef 1,17.22-23).

• La vida toda de Jesús, su persona, igual que nuestra vida toda, quienes somos cada cual con las relaciones que hemos tenido con los demás, todo en todo, alcanza y alcanzará su plenitud en Dios. Esto es lo que celebramos en la Ascensión del Señor.

• Ilustración del Evangeliario siriaco de Rábula del siglo VI

 

Lecturas: Hechos y Efesios

• Dice san Lucas a propósito de la ascensión de Jesús: «Él se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos… ellos miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse…»

• Las imágenes de la ascensión son eso: imágenes. Y son imágenes porque nuestro pensar e ideas en ese mundo llevan siempre imágenes de compañía.

• ¿Qué hay más allá de este mundo? ¿Qué hay más allá de este universo que ha durado 14,600 millones de años? ¿Qué espacio hay más allá de este universo observable de 95,000 millones de años luz? ¿Hay otros universos como este que es el nuestro?

• Cualquier pregunta de este tipo, como quiera que sea la magnitud del tiempo y del espacio, cualquiera que sea el número de universos, todas estas preguntas tienen una sola respuesta: más allá solo hay no-universo, u-topos, no-lugar no-espacio no-tiempo.

• ¿Qué es no-universo? No-universo no es un qué, es Dios: Padre/Creador, Palabra/Hijo Espíritu/Amor. Jesús Resucitado, María Asunta, quienes han muerto están con ellos divinizados en el no-universo, en Dios.

• San Pablo proclama una confesión de fe, que expresa justamente la presencia ubicua, envolvente e íntima, de Dios y su vida: «Un solo Señor, un solo bautismo, uno solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa en todos y vive en todos».

 

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Claves para la homilía – Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: La experiencia de la resurrección de Jesús provoca un gran impacto en los cristianos de la primera hora. - Roma, año 70: Los discípulos están convencidos de que Jesús está vivo, y son perseguidos por el Emperador por comunicar esa vivencia.

• Sentido Al “final del Evangelio de Marcos”, se pueden distinguir, entre otras, estas tres palabras:

• Envío (16,15-16). El envío universal. La finalidad del anuncio del Evangelio a toda la creación, busca que la gente adhiera a la persona de Jesús, se bauticen y se salven. La amenaza a los “incrédulos”, puede referirse a la pérdida del sentido de la existencia, al no crecimiento personal o a la obstinación culpable en contra del amor al prójimo. Lección: El Evangelio no es solo una Buena Noticia para los seres humanos, sino para toda la creación. 

• Signos (16,17-18). Los signos salvadores. Al percibir tan nítidamente el amor de Dios, los seguidores del Nazareno usan a veces un lenguaje simbólico, vecino a la exageración Su mensaje es: La aceptación de la Buena Nueva permite que aparezcan más signos de vida en la tierra, como la reorientación de las mentalidades deshumanizantes, la generosidad en el amor, la valentía frente a los peligros, el crecimiento de la confianza, y la práctica de la solidaridad (Cf. Mc 16,17-18; Hch 5,15; 19,11-12; 28,4-5). Moraleja: La proclamación del Evangelio no es una simple predicación de un mensaje, sino, al mismo tiempo, la realización de unos signos que van todos ellos en función del proceso de liberación humana. 

• Ascensión (16,19-20). El mensaje de la Ascensión de Cristo, afirma que Dios Padre lo hace Señor de la Historia, esto es, que "lo exalta gloriosamente a su diestra. Lo colma de la fuerza vivificante de su Espíritu. Lo establece como Cabeza de su Cuerpo, que es la Iglesia, y lo constituye Señor del mundo" (Puebla 195). A la vez Jesús está cerca y colabora con los suyos. Mensaje: Se da gracias a Dios no solo por la fe que tiene la comunidad, sino también porque Cristo ha sido colocado por Dios Padre a la cabeza de todo lo que existe.

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