EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 12º durante el año


Lecturas: Jeremías 20,10-13 / Romanos 5,12-15 / Mateo 10, 26-33

Botón homilético: Francisco Quijano

• En las circunstancias de los cristianos de segunda generación, destinatarios del Evangelio de Mateo, las palabras de hoy son de aliento y fortaleza en las persecuciones: «No teman, no teman, no teman». Tres veces lo dice Jesús.

• En nuestra circunstancia, que no es de persecución, ¿qué sentido pueden tener? ¿Qué pueden decirnos? ¿Habrá también alguna amenaza? Por supuesto: en México la inseguridad y la violencia son amenaza cotidiana; la guerra lo es en Ucrania; la dictadura en Cuba, Venezuela y Nicaragua, y síganle por ahí...

• Hay también amenazas más sutiles, que no parecen tales, pero siembran desconcierto y temor. Tienen que ver con lo que somos, con nuestra personalidad, con la forma como nos presentamos y hablamos, en nuestra relación con los demás.

• Hay amenazas de carácter social en la comunicación, las redes sociales en las que proliferan los insultos y las descalificaciones, el engaño y la extorsión, todo lo cual se sustenta en la opacidad, la sospecha, las noticias falsas, la manipulación.

• Jesús nos pide desarrollar tres actitudes: vencer el temor, ser transparente, tener confianza. Puedo tener temor por decir lo que pienso; puedo encubrirme y esquivar mi pensamiento; puedo tener confianza y manifestar lo creo.

• Nuestros temores tienen muchas causas, una de ellas es el encubrimiento: huir de mí, no reconocer quién soy, por temor a asumir mis oscuridades o por vergüenza de admitir aun mi lucidez.

• Nuestro encubrimiento proviene de esquivar la verdad, no una verdad abstracta, sino la verdad de quién soy, qué quiero, qué pienso realmente.

• Nuestra desconfianza se presenta frente a los demás, proviene de inseguridades de quién soy yo en verdad, qué quiero, de sospechar de los demás.

• En la vida pública es torcer los hechos, distorsionar la información, ocultar fraudes, retraerse de una exigencia cada vez más perentoria: la trasparencia en todo lo que concierne a la vida pública, ya sea el gobierno o los líderes políticos, ya los empresarios o los comunicadores.

• Ser una persona honrada, tener una vida auténtica, actuar sin doblez, hablar con sinceridad, expresarse verazmente, tener palabra leal, cumplir las promesas, confiar en los demás… Nada de esto requiere el heroísmo del martirio, como en las persecuciones.

• Tener transparencia en la vida social y política tampoco es heroísmo que ponga en riesgo la vida, aunque sí las ambiciones de poder. Y, sin embargo, la búsqueda de transparencia en la comunicación puede terminar en asesinato de periodistas, como viene sucediendo en México.

• Ser transparentes, vencer temores, tener confianza. A eso nos invitan las palabras de Jesús. Si no requieren actos heroicos de martirio, sí exigen voluntad constante de ser persona honesta.

• Valentía y sencillez para acudir en ayuda de quien era perseguido y fue asesinado, Pedro Palma, fue lo que provocó el asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en la iglesia de Cerocahui de la Sierra Tarahumara el 20 de junio de 2022.

• Valentía, trasparencia, confianza es lo que se necesita en México, de parte de toda la población, para luchar contra la inseguridad y la violencia criminal, y para exigir a las autoridades de la república corregir, mediante una política eficaz, el fracaso del cuento irresponsable de abrazos no balazos.

 

Lecturas: Jeremías y Romanos

• En uno de los pasajes autobiográficos de libro de Jeremías, el profeta relata precisamente las amenazas de muerte que padecía por el ejercicio de su palabra veraz contra los crímenes y pecados de su tiempo. Hay otros pasajes semejantes en su libro.

• Pablo habla del misterioso reinado del pecado en la historia humana. Como quiera que se explique esta desgracia, no deja de ser un hecho real. Ante ello, Pablo reivindica que la gracia y el don de Dios que derivan de la muerte y resurrección de Cristo, tienen más fuerza y eficacia que el pecado y el mal.

 

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Las autoridades judías persiguen a Jesús, porque presenta una nueva imagen de Dios. - Antioquía (Siria) año 80: Los cristianos son perseguidos por practicar la justicia del Reinado de Dios en la sociedad (Mt 5,10).

• Sentido El tema del Evangelio es la "Confianza en Dios". El texto puede dividirse en tres partes:

• No tener miedo a vivir profundamente el Evangelio (10,16-28). El libro de los Hechos de los Apóstoles llama a los seguidores de Jesús “discípulos”, “cristianos” y “los del camino”. El Evangelio de hoy propone un nuevo nombre: “Los que no tienen miedo”. Jesús no recomienda a sus discípulos que se enfrenten con sus perseguidores, sino que no cesen por ningún motivo de comunicar el mensaje, principalmente con la vida. En un tiempo el Evangelio del Reino estuvo oculto en Galilea, ahora tiene que llegar a saberse en todas partes. Lección: Un cristiano en su afán misionero de evangelizar, debe llegar hasta donde sea, incluso hasta poner en peligro su propia vida. Con cuanta mayor razón deberá posponer el dinero, los honores y el poder.

• Valorar más la vida humana que la de los pajaritos (10,29-31). Dios es el Padre bueno, y Jesús exhorta a tener confianza en el Padre. Nada de lo que sucede se le esconde, ni siquiera las cosas más mínimas, como la muerte de los pajaritos. A Él no se le escapa nada de la vida (“cabellos”) de quienes siguen a Jesús. Su Amor abraza la creación entera. Moraleja: El cristiano está cimentado sobre la piedra angular de Cristo, que ha muerto y resucitado para darnos la seguridad de nuestra victoria.

• Tomar el camino de la humanización (10,32-33). Como conclusión, Cristo afirma que quien vive profundamente el Evangelio entre los seres humanos, corona su vida con un crecimiento pleno; pero quien se acobarda, se aboca a la ruina y termina en el fracaso. La imagen de Jesús declarando ante el Padre de muchos hijos, subraya el sentido humanizador del Evangelio. La fidelidad del discípulo a Jesús en la persecución, por amor a los hermanos, requiere la fuerza del Espíritu Santo. Mensaje: La fortaleza, que nos hace superar todo temor, se nos comunica por el poder del Padre, que está en los cielos, y por nuestra esperanza comprometida con la humanización.

Semana XII: Lunes (aquí)