SEMANA SANTA ● TRIDUO PASCUAL

Vigilia Pascual de la Resurrección del Señor


Evangelio de San Marcos 16,1-8

• Este año corresponde proclamar en la Vigilia Pascual el Evangelio de San Marcos. Tres mujeres, María Magdalena, María de Santiago y Salomé acuden al sepulcro muy de mañana para ungir el cuerpo de Jesús.

• Les preocupa quién quitará la piedra de entrada al sepulcro, pero la llegar la encuentran retirada. Un joven vestido de blanco las espera y les anuncia la resurrección de Jesús: «Buscan a Jesús Nazareno, el crucificado. No está aquí, ¡ha resucitado!»

• Este joven les hace una encomienda: «Vayan a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de ellos a Galileo. Allá lo verán».

• Pero, curiosamente, «ellas salieron corriendo del sepulcro, asustadas y fuera de sí, y de puro miedo no dijeron nada a nadie».

• Este episodio, tal como lo cuenta Marcos, es inquietante, suscita unas preguntas. Las mujeres no encuentran el cadáver de Jesús, tampoco tienen un encuentro con él resucitado. ¿Cómo es que llegan a creer en la resurrección?

• Ellas, además, no cumplen la encomienda que les da el joven de blanco, no dicen nada a nadie de puro miedo. Su fe, ¿en qué queda? ¿Creen en la resurrección por las palabras del joven? ¿Se guardan para ellas esa fe, no la comunican?

• San Marcos narra el episodio de esta forma desconcertante a propósito. Él escribió su Evangelio para los cristianos de Roma, que vivían bajo la persecución de Nerón a mediados de los años 60. Ellos creían ya en Jesús resucitado, habían sido bautizados, vivían en comunión con Jesús.

• A ellos, no a las mujeres aquellas, les correspondía ahora, en esos momentos de persecución, ser testigos de Jesús Resucitado y de una Humanidad Nueva, nacida el Primer Día de la semana, es decir, el Domingo, Día del Señor. Hoy, a nosotros, nos corresponde ser igualmente testigos de Jesús resucitado y de una Humanidad Nueva.

 

Lecturas de la Vigilia Pascual

• En siete lecturas, proclamadas en la penumbra antes de que resplandezca a gloria de la resurrección, las Escrituras Judeocristianas presentan las claves de la historia de la humanidad o, si se quiere, el revulsivo que permite descubrir el arcano de su sentido.

• Génesis 1: el origen de todo lo que existe, la bondad de todo lo que existe, la imagen prístina de la humanidad. Genesis 22: la garantía de una promesa de vida, la sobrevivencia de la progenie humana. Éxodo 14: la liberación de toda opresión, el don y la conquista de la libertad. Isaías 54: la alianza nupcial de la humanidad, el amor sin condiciones que la sostiene. Isaías 55: la bendición que acompaña a la humanidad, la efusión gratuita de bienes que la sustentan. Baruc 3: la sabiduría latente que guía a la humanidad, la oscuridad cuando se aparta de ella. Ezequiel 36: la amistad y la unidad que son el destino de la humanidad en el Punto Omega de la historia.

• Estas claves de la historia humana, este revulsivo de sabiduría, ¿son verdad? ¿es ese el misterio latente en nuestra humanidad? ¿quién y cómo lo garantiza, si acaso? La segunda parte de la las lecturas bíblicas de la Vigilia Pascual lo revelan.

• Carta a los Romanos 6: el bautismo para los cristianos, el anuncio de la resurrección para quienes buscan el sentido de la historia, develan este misterio: «Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él». (Leer pdf aquí)

 

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Jesús ha resucitado, pero no se sabe cómo ocurrió la resurrección. El hecho es que ahora está vivo. - Roma, año 70: La resurrección de Cristo es un hecho perteneciente al pasado; pero ahora hay que anunciarla para reconstruir primero al grupo que está siendo perseguido en la capital del Imperio Romano.

• Sentido El tema del Evangelio es “Jesús de Nazaret, el Crucificado, ha resucitado”. Se puede dividir en tres partes:

• Tres mujeres se preparan y van al sepulcro (16,1-3). La mención de "el primer día de la semana" (Mc 16,2) alude al primer día de la creación (cf. Gn 1,5): La resurrección del Señor inicia una Nueva Creación de todos los seres humanos.

• Teofanía (16,4-7). La visión triunfante del joven (Mc 16,5) muestra que la fuerza del amor de Dios ha vencido en la entrega de Jesús, permitiendo que un grupo de sus discípulas lo experimente vivo. Ahora la vida es posible para todos, porque todos están invitados a seguir el camino de Cristo. La fe en la resurrección es un don para beneficio de todos los pueblos y personas. A Jesús, vencedor de la muerte y vida de los pueblos, se lo encuentra en Galilea, lugar de pobres y de varias culturas (16,7).

• Partida de las mujeres (16,8). El temblor y el espanto de las mujeres (16,8b) indican que es necesario ir al sepulcro, pero para ser arrebatado por otra experiencia de vida, que el lector mismo descubrirá al meditar la resurrección de Jesús de vuelta ahora en Galilea. Es, pues, tarea de la comunidad cristiana notificar, al interior de cada una de las culturas, la vocación de todos a la vida. "Las situaciones trágicas de injusticia y sufrimiento de nuestra América, que se han agudizado más después de Puebla, piden respuestas que solo podrá dar una Iglesia, signo de reconciliación y portadora de la vida y la esperanza que brotan del Evangelio" (SD 23).

Domingo de Resurrección (aquí)