EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 4º de Pascua


Lecturas: Hechos 13,14.43-52 / Salmo 99 1-3.5 / Apocalipsis 7, 9.14-17 / Juan 10, 27-30

Botón homilético – Francisco Quijano

• Las ovejas dependen de un sentido gregario para su conservación. De ahí que se diga de algunos líderes y sus organizaciones que mueven a la gente como «borregos». Esta es una forma de actuar característica de algunos líderes sindicales y políticos en México, y de gente que se deja tratar de esta manera.

• En nosotros, humanos, lo que cuenta es escuchar con sentido crítico, cultivar un espíritu abierto, despejar dudas, sobreponerse a fracasos y oscuridades, dialogar, sopesar pros y contras, aguzar el ingenio.

• A esa disposición recurre Jesús cuando dice: “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen”. Jesús, Pastor bueno y Cordero inmolado, es quien conduce a quienes sufren persecución a las fuentes de agua viva. ¡Qué paradoja!

• Y yo, ¿cómo entiendo estas palabras? ¿Me dejo someter a los dictados de un gurú? ¿Sigo a ciegas con fanatismo a líderes grandilocuentes? ¿Qué resonancia tienen en mí, que vivo en un ambiente crítico y dado a la sospecha, estas palabras de Jesús? Y si tengo propensión a la credulidad, ¿debo aceptarlas sin pensar?

• Ambos talantes de espíritu están presentes en nuestros días, a veces simultáneamente pese a ser opuestos: por un lado, dudas, sospecha, desconfianza, lucidez, espíritu crítico; por otro, prejuicios, fanatismos, dogmatismos, sumisión abyecta a líderes embaucadores y a gurús impostores.

• «Escuchar» es la actitud clave. Para saber quién soy, en qué ambiente me encuentro, cómo me muevo en él, hacia donde caminar, lo primero que debo hacer es escuchar. Lo cual significa: abrir mi espíritu a lo que dicen otras voces, sin renunciar a sopesar eso que dicen.

• «Escuchar» es prestar atención, no solo a esta o aquella voz, también a las voces de la sabiduría ancestral de la humanidad que se expresa en sus múltiples y variadas voces, una sabiduría sinfónica que se encuentra en el arte, la filosofía, las religiones, las costumbres, la sabiduría tradicional de la vida.

• «Escuchar» es quizá oír otra voz, como a música de las esferas celestiales, tal vez una Palabra sin palabras, silenciosa. Octavio Paz escribió:

Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.

 

Lecturas: Hechos y Apocalipsis

• En una asamblea de la comunidad de Antioquía en Siria, quienes oraban recibieron una inspiración del Espíritu Santo: «Sepárenme a Bernabé y Saulo para la misión a la que los tengo destinados». Esa misión fue anunciar el Evangelio a los no judíos.

• El episodio de hoy corrobora en los hechos esta misión. En otra ciudad del mismo nombre, Antioquía de Pisidia, Pablo y Bernabé comenzaron por anunciar el Evangelio a los judíos en su sinagoga. Los escucharon también los paganos que se alegraron con la buena noticia.

• Los judíos, en cambio, organizaron una revuelta con mujeres piadosas contra ellos. Se presentó así la oportunidad de romper con el judaísmo y abrir definitivamente la predicación a los griegos y a gente de otras nacionalidades y culturas.

• El Apocalipsis, que fue escrito a finales del siglo I cuando el Evangelio estaba ya difundiéndose en el mundo antiguo, presenta hoy una visión no solo de ese momento, sino también proyectada hacia un futuro indeterminado en el tiempo.

• Ese futuro no es una realidad de este mundo sino la consumación del designio de Dios en favor de la humanidad, en cuyo centro está el Cordero inmolado: una muchedumbre de gente de toda raza, lengua, pueblo y nación está de pie delante del Trono de Dios y del Cordero.

• Así imaginaban los cristianos perseguidos a finales del siglo I su esperanza. Lo hacían proyectando en la pantalla del infinito una liturgia celestial que replicaba y potenciaba sus pobres, amenazadas, clandestinas liturgias terrenales.

 

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Los dirigentes religiosos y civiles esclavizan a las personas con muchas leyes, pesados impuestos, algunos castigos y persecuciones. Ellos se consideran dueños de la gente. - Jerusalén, año 100: Cuando los sencillos descubren que Jesús, muerto y resucitado, es el Mesías, lo reconocen también como el Gran Pastor, que manifiesta la bondad de Dios.

• Sentido En el Evangelio de hoy “Jesús declara su unión con Dios Padre”. El texto presenta, por lo menos, tres aspectos importantes:

• Características de los discípulos (10,27-28). Quienes siguen al Señor se adhieren a Él, reciben desde ya la vida definitiva como don, y están esperanzados, porque Cristo los protege. Lección: Unirse a Cristo en nuestro peregrinar es “escuchar su voz” y tener la confianza de que “nos da la vida eterna”.

• Aviso a los dirigentes injustos (10,29). Jesús afirma que ha recibido las ovejas como regalo del Padre, a quien todo le pertenece. Además, dice que el Padre no permitirá que las ovejas, ya liberadas, vuelvan a un nuevo cautiverio. Moraleja: Dios Padre quiere que los líderes civiles y religiosos sirvan a su pueblo para que reinen la justicia y la paz en la tierra.

• Identificación frente al mismo proyecto (10,30). Cristo y el Padre pertenecen a una misma comunión de vida. Es más: Él se identifica con el Padre, pues quiere realizar su designio: Llevar a las ovejas hacia la plenitud de vida para todos. Mensaje: El Nazareno, con su muerte en la cruz, mostró el amor del Padre por todos los seres humanos.

Pascua IV – Lunes (aquí)