EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 5º durante el año


Lecturas: Isaías 6,1-8 / Salmo 137,1-5.7-8 / I Cor 15,1-11 / Lucas 5,1-11

Botón homilético – Francisco Quijano

• «¡Apártate de mí, Señor!» ¡Qué palabras de Simón Pedro a Jesús! ¿No le diríamos nosotros otra cosa? ¿Qué significa este rechazo o quizá está huida frente a la persona de Jesús?

• La pesca milagrosa, el ambiente que la envuelve, la reacción de Simón expresan el itinerario de una experiencia de fe de muchos seguidores de Jesús en el curso de la historia. ¿Qué ha pasado?

• La gente se agolpa en torno a Jesús para escuchar la palabra de Dios, él sube a una barca y les enseña. Al terminar, da una orden a Simón: «¡Navega mar adentro y echen las redes para pescar!».

• Simón, buen conocedor del oficio, replica: «Toda la noche hemos trabajado en vano, pero echaré las redes porque lo pides». Hay aquí un acto inusual de confianza de un pescador experto en alguien que atrae a la gente por su enseñanza.

• Ocurre algo maravilloso: pescan cantidad de peces, como Jesús que, con su enseñanza de la Palabra de Dios, atrae multitudes que lo escuchan con atención y se maravillan de él. Esa es otra pesca maravillosa.

• Simón queda sobrecogido, se siente peor que una nada: «¡Soy un pecador!». El temor se apodera de sus compañeros de aventura. Nunca habían visto nada semejante. Se les viene abajo toda su experiencia y seguridad en el oficio.

• «¡Apártate de nosotros, déjanos, no somos capaces de estar en tu presencia, tú estás en otra esfera, no la nuestra de pescadores de Galilea, no somos dignos de tenerte entre nosotros!».

• Tal vez eso pensaron Simón y sus compañeros. Jesús le dice entonces a Simón: «¡No temas, en adelante serás pescador de hombres!». Jesús confirma a Simón y sus compañeros sobrecogidos de admiración y les abre un camino nuevo en la vida.

• ¿Eran dignos de la confianza de Jesús que les dice: «¡No teman!»? ¿Serían capaces de emprender una aventura nueva? La respuesta no está en ellos, sino en Jesús: fueron confirmados en su persona y en su nueva vida no porque se lo merecieran, sino porque fueron amados.

• En el centro de la experiencia de fe de los apóstoles, de Isaías, de todos los creyentes, no está la propia persona ni los propios méritos, sino el amor que nos envuelve, nos confirma en la existencia y nos acompaña en la vida.

• Navegar mar adentro, emprender un nuevo rumbo en la vida, implica riesgos, requiere audacia. ¿En qué nos apoyamos para enfrentar riesgos, tener arrojo? ¿En la reacción de Simón que expresa su propio espíritu aventurero?

• Hay otra confianza fundamental que nos viene dada por quien nos conoce y nos invita a ir más allá: «Navega mar adentro y echa las redes» «¡No temas! En adelante tendrás nuevos horizontes en tu vida».

 

Lecturas de Isaías y Pablo

• El profeta Isaías es, sin duda, uno de los más grandes del Antiguo Testamento. Vivió en el siglo VIII aC. Su misión profética comenzó hacia al año 742, con el relato de su vocación. Hay una sintonía entre la confesión de Isaías y la de Pedro: «¡Ay de mí, estoy perdido, soy un hombre de labio impuros!» «¡Apártate de mí, Señor, que soy un pecador!».

• ¿Qué sentido tienen estas confesiones? Son el reconocimiento leal, transparente, sincero de la condición real de Isaías y Pablo, y la nuestra, al colocarse en verdad delante de Dios. Santa Teresa de Jesús decía que ser humilde es vivir en la verdad. Eso hicieron Isaías y Pablo, eso hemos de hacer nosotros.

• Pablo a los Corintios. Reconocer la propia debilidad y pecado no es razón para perder la confianza, porque esta confianza se apoya en Dios y su bondad para con nosotros. Tanto Pablo como Isaías en su vocación recibieron una misión: hablar en nombre de Dios. Pablo lo hace con una confesión de fe de las primeras en la resurrección de Cristo: murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra vida.

 

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Galilea, año 30: Jesús llama a los primeros discípulos. - Grecia, año 80: Lucas, al redactar su Evangelio, está en una comunidad, que desea llevar la Buena Noticia de Jesús a todo el Imperio Romano.

• Sentido En “La vocación de los primeros discípulos” se puede distinguir tres elementos:

• Búsqueda de colaboradores por parte de Cristo (5,1-3). La gente asedia a Jesús, que evangeliza en tierra. Él avista dos barcas y a los pescadores en la orilla. El Señor sube a la barca de Simón, le pide adentrarse un poco en el lago, y anuncia la Buena Noticia desde una mejor posición. Lección: Jesús no desea actuar solo: siempre busca quienes le ayuden.

• La pesca abundante (5,4-7). A la orden de Cristo, Pedro responde con confianza en su Palabra. La práctica es sencilla, pero el resultado es admirable. Moraleja: En suma, el seguimiento del Señor potencia los esfuerzos humanos.

• Llamamiento de Simón, Santiago y Juan (5,8-11). Pedro se siente “pecador”, incapaz de soportar el peso de su misión. Las palabras de Jesús le confirman en ella, le ayudan a dejarlo todo, y le animan a seguir adelante, aprendiendo a ser discípulo y misionero. Mensaje: El desapego es esencial para seguir a Jesús.

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