EVANGELIO DOMINICAL

Epifanía del Señor


Lecturas: Isaías 60,1-6 / Efesios 3,2-3.5-6 / Mateo 2, 1-12

Botón homilético – Francisco Quijano

Epifanía. Del verbo griego phaino, que significa: aparecer, manifestarse; reforzado por la preposición epi, para indicar intensidad, amplitud. Epifanía es la manifestación de Jesús, ya no a un pequeño grupo de pastores, sino a todas las gentes de todos los pueblos de todos los tiempos.

• El Evangelio de Mateo fue escrito hacia los años 75-85 cuando las comunidades cristianas, formadas por judíos que aceptaron a Jesús y su mensaje, estaban recibiendo nuevos discípulos que venían del mundo greco-romano y de otras religiones.

• El relato de la Adoración de los Magos refleja esta situación, por lo cual desde los primeros siglos se consideró a estos magos como el símbolo de que quienes accedieron a la fe en Cristo a partir de vivencias religiosas distintas del judaísmo. ¿Qué significa en nuestros días?

• La Epifanía es la culminación de la manifestación de Jesús, Palabra de Dios e Hijo Único del Padre, en nuestra carne mortal: «Un designio secreto, no manifestado en otros tiempos, revelado ahora por el Espíritu» – dice San Pablo (Ef 3,5-6).

• ¿En qué consiste esta manifestación? Lo dice también san Pablo: todo el mundo, judíos y no judíos, creyentes de distintas religiones y no creyentes, todos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo, partícipes de la misma promesa.

• ¿Cómo es eso, puesto que no lo vemos así? En todo el mundo hay divisiones, separaciones, exclusiones, pluralidad de creencias y religiones. El mensaje de Pablo, en cambio, proclama la comunión universal a la cual está convocada la humanidad.

• En el anuncio acerca del destino de la humanidad se halla esta contradicción al parecer insuperable: Dios quiere que la humanidad viva en comunión con él y entre nosotros; nosotros nos hallamos atrapados en situaciones personales y colectivas opuestas a este designio de Dios.

• ¿Hay modo de superar de esta contradicción? Sí, el designio de Dios se cumple poco a poco. La escena evangélica hace ver que, frente al rechazo de Jesús por las autoridades de los judíos, unos sabios de otros pueblos reconocen que es Él quien guía a la humanidad a su destino, como la estrella que los guio a ellos a Belén.

• En estos tiempos de pandemia mundial, cobra sentido la Epifanía del Señor: por caminos irrastreables, todo el mundo afectado por el coronavirus –personas fallecidas y enfermas, personal que se ocupa de la salud, familias, grandes y chicos– algún sentido encontrarán para vencer esta plaga nefasta. Ese sentido será como la estrella que guio a los magos.

 

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Claves para la homilía – Julián Riquelme

• Contexto – Palestina, año 1: En el Evangelio aparece el Niño Jesús con María, su madre (Mt 2,11). – Antioquía (Siria), año 80: Los cristianos de origen judío, al escuchar el relato de los Magos,  entendían que Jesús traía la Sabiduría de Dios a la tierra, y, por tanto, era un nuevo Salomón y más grande que ese rey (1 Co 1,24).

• Sentido El Evangelio narra la “Adoración de los Magos al Niño rey de los judíos”. Es una enseñanza basada en el episodio de la visita de la reina de Saba a Salomón, que decía: Un día se presentó en Jerusalén una reina anónima, venida de un lejano país llamado Saba; había oído hablar de la fama del rey israelita, quería conocerlo y admirarlo personalmente (1 R 10,1-13). Mensaje: De manera semejante, unos Sabios extranjeros fueron los primeros en descubrir el secreto escondido en el Niño de Belén (cf Mt 12,42). Las partes del relato son:

• Llegada de los Magos de Oriente a Jerusalén, guiados por una estrella, buscando al Niño rey de los judíos (Mt 2,1-2). Esos “Magos” no eran personas que realizaban trucos de magia, sino unos estudiosos de las ciencias secretas, unos investigadores del curso de las estrellas, algo así como los científicos de la época; estos personajes anónimos viajaron a Jerusalén desde un lejano país de Oriente (Mt 2,1; cf 1 R 10,1); estos representantes del saber buscaban al rey de los judíos para adorarlo (Mt 2,2; cf 1 R 10,1.9); los guió una estrella y llegaron planteando un enigma difícil de resolver (Mt 2,2; cf 1 R 10,3). Lección: Dios no excluye a nadie de su Amor, por eso quiere hablar a todos los seres humanos en el lenguaje de sus propias culturas, o esquemas de vida: los Magos lo descubrieron a través de sus estudios astronómicos.

• Herodes y Jerusalén actúan como necios (Mt 2,3-8). a) Tienen miedo a perder el poder (Mt 2,3): están asustados por la posible aparición de un rival al trono de los herodianos; b) El poder religioso de la época asesora al Tirano (Mt 2,4-6): los sumos sacerdotes y los escribas pudieron enterarse de la presencia del Mesías, descifrando las profecías de las Sagradas Escrituras, pero, como su clave de interpretación estaba ligada al poder, permanecieron ciegos; c) Herodes trata de manipular a los Magos (Mt 2,8): para ello usa la hipocresía. Moraleja: El desapego y la humildad son los caminos que permiten romper la esclavitudes, y respirar la libertad.

• Encuentro de los Magos con el Niño, ofrecimiento de regalos y regreso (Mt 2,9-12). Aquellos Sabios hallaron respuesta a su enigma, a su pregunta fundamental: se encontraron con la persona anhelada (Mt 2,8-10; cf 1 R 10,3); ofrecieron al Niño rey los regalos que le traían: oro, incienso y mirra (Mt 2,11; cf 1 R 10,10); Después de adorar al Niño, regresaron a su país y desaparecieron de la historia (Mt 2,12; cf 1 R 10,13). Mensaje: Aunque las Palabras del Evangelio pueden resultar desconcertantes, hay que aceptarlas con confianza, porque el Mesías comunica la Sabiduría de Dios.