EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 30º durante el año


Botón homilético                                                                                               Francisco Quijano OP

Domingo 30º durante el año (29.10.2017) Mateo 22, 34-40

● Unas intuiciones penetrantes de san Juan ayudan a ver con claridad algo que ya sabemos: lo esencial en la vida es el amor. Ante todo, el Amor que es el origen de cuanto existe. El universo, cada una de sus partes, todos los seres vivos, nosotros, criaturas humanas, provenimos del Amor: «En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero» (San Juan, Carta Primera 4, 10).

● Segundo. Tenemos un signo potentísimo de que el Amor es incondicional e indefectible en Jesús. En Él, Dios, que es Amor, nos garantiza que su Amor vence a la muerte y todo aquello que destruye nuestro ser: «Hemos conocido lo que es el amor en Aquel que dio la vida por nosotros» (Carta 3, 16).

● Tercero. El amor que es principio de vida y de una vida inmortal. Solo el Amor vence a la muerte: ese es el misterio de la resurrección de Jesús. El amor es el principio de nuestra vida inmortal en este mundo: «Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte» (Carta 3,14).

● Cuarto. El amor lo envuelve todo. Es el origen de todo y todo se consuma en él. Es la plenitud de Dios, que infunde vida y la hace fructificar, que acompaña nuestro crecimiento y nos conduce hasta Dios. Es el Espíritu de Dios que nos diviniza: «Dios es Amor: quien conserva el amor permanece en Dios y Dios en él» (Carta 4, 16).

● Quinto. En consecuencia, a la pregunta del doctor de la ley: «¿Cuál es el mandamiento más importante de la ley?», Jesús responde: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

 

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Claves para la homilía                                                                                              Julián Riquelme OP
 
● Contexto. - Palestina, año 30: Después de la “purificación del templo”, los sacerdotes protestan en forma airada. - Antioquía (Siria), año 80: El Reino es para todos. Para ello hay que unir la experiencia de Dios y el amor a todos los seres humanos.

● Sentido. El tema del Evangelio trata del “mandamiento principal”. En el texto se pueden distinguir tres partes:

♦ La pregunta capciosa del doctor fariseo (Mt 22,34-36). Se quiso “poner a prueba” a Jesús, por dos motivos. Primero: Había 613 mandamientos, de los cuales 365 eran prohibiciones y 248 aparecían como prescripciones positivas; esto provocaba inquietud y culpabilidad en los sencillos, porque no podían cumplir tantas normas y leyes. Segundo: Los juristas no pensaban todos igual: la mayoría consideraba que todos los mandamientos tenían la misma importancia y obligatoriedad; otros defendían que guardar el sábado era la primera obligación de todo israelita; también había alguno que defendía el amor al prójimo como el principal. - Con sólo leyes externas, el ser humano no crece ni logra la libertad; permanece esclavo.

♦ La respuesta original de Jesús (Mt 22,37-39). Por una parte, el Nazareno une los dos mandamientos, identificando mística y compromiso, y, por otra parte, amplía el concepto de prójimo, abarcando a todos los seres humanos. En otras palabras, Jesús anuncia que el principal mandamiento, son dos: Unir el Señorío de Dios Padre (Dt 6,4-9: el “shemá” = “escucha”; primera oración diaria del israelita piadoso), y el Amor al prójimo como a ti mismo, incluyendo a los paganos (Lv 19,18). - Esto es aceptar el dinamismo de Dios, que quiere llegar a todos, a través nuestro.

♦ Resumen para la orientación fundamental de la vida humana (Mt 22,40). Las expresiones "Ley y Profetas" indican que estos dos mandamientos resumen el sentido más profundo de toda la Biblia, subrayando así la importancia del Amor para la conciencia de los seguidores del Señor. - Toda religión, toda teología, toda filosofía, toda ciencia, han de ir encaminadas a que el ser humano llegue a su plenitud sólo a través del Amor.