Lecturas: Isaías 58,5-10 / I Corintios 2,1-5 / Mateo 5,13-16

Botón homilético: Francisco Quijano

• La sal es condimento y sirve para preservar alimentos. La luz es indispensable para ver y pone de manifiesto la realidad de las cosas. Son dos símbolos del mensaje de Jesús.

• Él los aplica a sus discípulos: «Ustedes son la sal… Ustedes son la luz…» Sal y luz, sabor y sentido de la vida lo serán, si viven en sintonía con el Manifiesto de la Felicidad.

«Si la sal se vuelve insípida... Si la lámpara se mete en un cajón», su vida será insípida, estéril, opaca, oscura.

• Con estos símbolos y metáforas, Jesús advierte a sus discípulos acerca de su papel en el mundo: tener gusto para condimentar la vida, irradiar bondad a su entorno. Pero, cabe preguntarse: ¿qué sal es esa que se me entrega? ¿qué luz esa que se me encomienda?

• Este par de parábolas provocan a pensar en algo que sobrepasa nuestra mera condición de criaturas humanas. Si somos sal, si somos luz… es porque somos algo más de lo que se siente de inmediato y se ve a primera vista.

• Las palabras finales del evangelio explicitan este misterio: «Brille su luz ante la gente, de modo que cuando vean sus buenas obras, glorifiquen al Padre que está en el cielo».

• Nuestras vidas, nuestras personas encierran un misterio que estamos llamados a manifestar: el bien que somos y el bien que hacemos tienen una fuente, el Padre que está en los cielos, a quien debemos alabanza y agradecimiento.

Lecturas: Isaías y I Corintios

• La lectura de Isaías es solo una parte de un oráculo magnifico que conviene leer íntegro (58,1-12). Este oráculo, que denuncia una religión falsa, constituida por prácticas de culto vacías y, además, desmentidas por una conducta injusta, opresora, hasta criminal, tiene una vigencia siempre actual.

• Pronunciado al regreso del exilio en Babilonia en el V aC, tiene toda la fuerza de los oráculos de Amós e Isaías en el siglo VIII aC y puede decirse con esa misma fuerza ante los crímenes, extorsiones y asesinatos que ocurren en México revestidos con el manto de la impunidad. Y en otros contextos, cada lector dirá cómo entiende estas palabras incisivas.

• La luz de la parábola evangélica, que es irradiación de una vida inspirada por las bienaventuranzas, tiene también su significado real en estas palabras de Isaías: «Si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía». Hay que leer el oráculo entero.

• San Pablo arroja otra luz acerca de la predicación de la Buena Noticia: «Yo no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado» «Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del Espíritu». 

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: Jesús intuye la posibilidad del odio, la exclusión, el insulto y la persecución en contra de sus discípulos, por anunciar el Reinado de Dios (Lc 6,22). - Antioquía (Siria), año 80: Ante las persecuciones, el rechazo y la difamación, los seguidores de Cristo, debido a los temores, pueden replegarse y no anunciar el Evangelio.

• Sentido El Evangelio trata de la "Responsabilidad del Grupo de Jesús". Según el Nazareno, los suyos han de propiciar con su práctica la superación de los temores, para que los seres humanos experimenten la felicidad y el sentido de la vida. Con el fin de indicarlo, el Señor propone dos pequeñas parábolas:

• La sal (5,13). En la antigüedad, la sal tenía cinco usos: 1° Cuando se hacía un pacto entre dos ciudades, los líderes intercambiaban sacos de sal, como símbolo de estabilidad de lo convenido. 2° Como salario para pagar un tiempo de trabajo. 3º Para sazonar las comidas dándoles consistencia. 4° Se utilizaba como material refractario en los hornos: colocadas dentro del horno para conservar el calor, servían para cocer el pan. 5° Por último, cuando esas placas perdían su virtualidad, por el uso repetido, y había que reemplazarlas, las placas retiradas se depositaban en los caminos para compactarlos (v. 13b: “Pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se salará? No sirve más que para tirarla y que la pise la gente”. Lección: Denominador común de los usos de la sal: Dar “consistencia interna” en distintas situaciones, por ejemplo, en la alianza entre las personas, en el compartir una comida, en el aumentar el calor del horno y en compactar los caminos: de modo semejante, los discípulos y discípulas son llamados a superar los temores y a unirse fraternalmente con todos, para lograr la humanización de las sociedades y así propiciar la Venida del Reinado de Dios.

• La luz (5,14-16). Los seguidores de Jesús han de: 1° Orientar el peregrinar de todos los seres humanos (v. 14b "Ciudad sobre la montaña"). 2° Ayudar a tomar conciencia de la realidad a los más cercanos (v. 15b "La luz se pone sobre el candelero, para que ilumine a todos los que están en la casa"). Y 3° Propiciar que cada persona se encuentre con el Amor de Dios Padre (v. 16b “A fin de que ellos vean sus buenas obras, y glorifiquen a su Padre, que está en el cielo”. Mensaje: La esencia del comportamiento creyente consiste buscar el Reinado de Dios, promover la justicia para la humanización, e invitar a que cada persona, vencidos los temores, se encuentre con Cristo.

Semana V — Lunes (aquí)