EVANGELIO DOMINICAL

Domingo 19º durante el año


Lecturas: Sabiduría 18,5-9 / Hebreos 11,1-2.8-19; Lucas 12,32-48

Botón homilético: Francisco Quijano

• Este fragmento evangélico hay que leerlo junto con los dos anteriores, uno contra la codicia (12,13-21) y otro sobre la confianza en Dios (12,22-31).

• Cuatro dichos son la clave de estos pasajes: «Tu vida no depende de tus riquezas» (15). «Busca el reinado de Dios y recibirás lo demás por añadidura» (31). «Donde está tu tesoro estará tu corazón» (34). «A quien mucho de le dio mucho se le pedirá» (48).

• ¿Hacia qué norte apuntan estos dichos? ¿Qué luces de sabiduría se desprenden de la chispa de las parábolas y comparaciones de Jesús? ¿Qué interrogantes suscitan sus enseñanzas que recogen experiencias decantadas en la sabiduría tradicional?

• Hay dos formas dispares de enfrentar el futuro: acumulando bienes con el propósito de asegurarlo como si fuéramos sus dueños (el ricachón de la parábola hace ocho días) o confiando en Dios de quien hemos recibido la vida. Esta confianza no es providencialismo irresponsable.

• El Padre ha decido darnos el Reino. ¿Qué don es este? En el pasaje anterior Jesús habla de la confianza en Dios: «No anden buscando qué comer o qué beber, no se angustien» «El Padre sabe que lo necesitan» «Busquen su Reino y recibirán lo demás por añadidura».

• El futuro de quienes ponen su confianza en Dios es el tesoro inagotable de la fe, «la garantía de los bienes que se esperan, la certeza plena de las realidades que no se ven». Somos peregrinos en este mundo, no moradores. Somos administradores de nuestra vida, no sus dueños. Hemos de rendir cuenta de nuestro trato con el prójimo.

 

Lecturas: Sabiduría y Hebreos

• El libro de la Sabiduría es el último en cronología del Antiguo Testamento, data de mediados del siglo I aC, fue escrito en griego probablemente en Alejandría por un judío de la diáspora.

En los pasajes históricos como este de hoy, la meditación versa sobre la epopeya del Éxodo y la Liberación que es el núcleo de la fe judía. Hoy proclama: «La noche de la liberación pascual fue anunciada con anterioridad a nuestros padres para reconfortarlos en la fe de las promesas».

• La Carta a los Hebreos presenta a Abraham como ejemplo de fe y confianza en Dios: abandonó su patria en pos de la promesa de Dios: tendrás una multitud de descendientes, tendrás una tierra nueva.

• Eso es lo que Dios promete –y él siempre cumple sus promesas– a quienes se ponen en sus manos: una vida nueva, inimaginable, de bienes que sacian el deseo profundo de felicidad. ¿Qué bienes son esos? Todo lo que te hace crecer en amistad con los demás.

• El Reinado de Dios es vivir en amistad con Él y con los demás. Se te ha confiado este don, crece en amistad, comunícala a los demás, repártela entre quienes la necesitan. Ese es el tesoro inagotable que nadie puede robar ni la polilla corroer.

• Anónimo, Alemania siglo XVI: Parábola del siervo infiel.

 

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Claves para la homilía: Julián Riquelme

• Contexto - Palestina, año 30: En la subida a Jerusalén, Jesús exige a sus discípulos buscar por sobre todo el Reinado de Dios. - Grecia, año 80: Se llama a no tener miedo, sino confianza en Dios, porque en Él no hay futuro, sino un continuo presente, lleno de Amor.

• Sentido El tema del Evangelio es “Dios no viene de fuera sino de dentro”. En el texto se pueden distinguir los siguientes aspectos:

• Invitación a estar siempre en búsqueda (12,35). La búsqueda tiene como finalidad encontrar el “tesoro escondido”, que hay dentro de cada uno de nosotros: Es el Reinado de Dios, es decir, Dios mismo como fundamento de nuestro ser. Él ya se ha dado todo previamente, y ha regalado su amor a cada uno de nosotros. Tener “ceñidas las vestiduras” significa “andar con ropa de trabajo”: Esta búsqueda es muestro trabajo principal, todos los otros quehaceres son importantes, pero subalternos. Por otra parte, cuando el texto habla de las “lámparas encendidas” llama a trabajar de noche, en la oscuridad, sin miedos ni temores, porque Dios ya está caminando con nosotros, desde nuestra interioridad y desde la interioridad de otras personas que no pertenecen en nuestro grupo. Así no le tendremos miedo ni a la muerte. Lección: Una comunidad cristiana debe convertirse en un grito de alerta en medio de una sociedad que se organiza como si fuera para siempre; hay que abrirse al presente, buscando un porvenir más humanizado y evangelizado.

• Parábola del patrón que vuelve de una boda (12,36-38). Primero: Hay que estar prontos, dispuestos, siempre listos para abrirle a Dios las puertas de nuestro corazón: Él es un don total, incondicional y permanente. Segundo: En la noche se producirá el encuentro personal con el Dios vivo: “Él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos”. Además, en la Pasión, Jesús afirma. “Yo estoy entre ustedes como el que sirve” (22,27). Moraleja: Cuando descubrimos a Dios, sirviéndonos desde nuestro interior, no hay miedo a la “noche”, y llega la felicidad, el sentido de la vida, y la experiencia de la mejor de las fiestas.

• Parábola del ladrón (12,39-40). Se invita a discernir los procesos históricos, a cultivar la consciencia de lo que ocurre, a defender la vida de nuestros prójimos cuando está amenazada. Así nuestro peregrinar presente, tiene pleno sentido por sí mismo. Lo que proyectamos para el futuro, ya está aquí y ahora a nuestro alcance. Aquí y ahora, me es posible vivir la eternidad, ya que puedo conectarme con lo que hay de Dios en mí y comunicarlo a los demás. Aquí y ahora puedo alcanzar mi plenitud y ayudar a otros a encontrarla, porque, unidos a Dios, lo tenemos todo al alcance de la mano. Mensaje: En este contexto, se supera el temor al futuro, y, si se actúa con responsabilidad, el desarrollo humano ciertamente va a crecer y un nuevo día va a amanecer.

Semana XIX: Lunes (aquí)